El tiempo añadido catapulta la ilusión del Andorra

Si en algo destaca el Andorra es por su portentosa condición física. El conjunto tricolor es capaz de aguantar un ritmo de partido alto durante todo el encuentro y ello le está dando alegrías. El tiempo añadido de los partidos parece ser un gran aliado de los de Eder Sarabia y es que cuatro de los seis goles que acumulan hasta la fecha los han logrado más allá del minuto 90. Los otros dos, en la primera mitad. Está claro que, durante las segundas partes, la pólvora tricolor parece mojada, pero es llegar al añadido y ver la portería gigante. Es, con diferencia, el equipo que mejor utiliza el añadido. El Villarreal B, es segundo en este aspecto, con dos tantos.

El añadido se le hace largo a muchos equipos, pero no al Andorra. Y los números le dan la razón porque gracias a los goles más allá del 90′, los tricolores han sumado tres puntos. El tanto de Pau Casadesús ante el Oviedo les dio el triunfo (1-0) y el de Sanin Bakis les permitió rescatar un punto contra el Mirandés (1-1). El que logró Hector Hevel contra el Eibar no dio puntos, pero sí tranquilidad porque fue el 2-0. El único que no sirvió fue el que festejó Adri Altimira ante el Sporting porque el duelo, cuando marcó, ya estaba decidido (4-1). En cuanto al resto de tantos, se produjeron en las primeras mitades de los duelos ante Granada (Iván Gil, 1-0) y Eibar (Sergio Molina). Ambos fueron vitales también porque dieron los tres puntos.

Centrados en los goles recibidos, siete, el Andorra sufre casi por igual en la primera mitad y en la segunda. Hasta tres tantos ha recibido en los primeros 45 minutos y cuatro, en los últimos 45′. Eso sí, uno de ellos, el que hizo Marc Cardona para Las Palmas (2-0) se produjo en el 90′. Aunque la balanza está claramente vencida hacia el lado del Andorra en los añadidos. Una fortaleza más que apuntar a un bloque que se ha adaptado a la perfección al fútbol profesional.