El tándem Cristobal-Manjarín se la juega en El Molinón-Quini
El estadio gijonés acoge el duelo entre un Sporting sin Yáñez y Otero, y un Racing de Ferrol acuciado por su delicada situación en la tabla clasificatoria.
El estadio El Molinón, que el pasado jueves ponía el nombre del legendario Enzo Ferrero a su puerta 11, acoge un partido de necesidades para los dos contendientes. Sporting y Racing de Ferrol llegan con la obligación de ganar, menor -si se quiere- en el caso de los locales, mejor situados en lo alto de la tabla clasificatoria, pero acuciante para los gallegos, en puestos de descenso y con el crédito casi agotado para su entrenador, Cristóbal Parralo, que tiene como ayudante a Javier Manjarín, uno de esos productos emblemáticos de la Escuela de Mareo, que brilló con la camiseta del último Sporting que alcanzó la Copa del UEFA hasta que se marchó al Deportivo y la vida le instaló en tierras gallegas (sigue el partido en directo en AS.com).
El tándem Cristóbal-Manjarín se la juega en El Molinón, un estadio donde estos dos técnicos lograron la pasada temporada romper el maleficio que el conjunto ferrolano tenía históricamente en sus visita a Gijón. El Racing de Ferrol, que hasta ese día solo había ganado una vez en la historia -nada menos que 67 años atrás-, asaltó el fortín gijonés tras conseguir voltear el tanto inicial del Sporting (1-2) en una campaña que acabó muy cerca de los puestos de playoff de ascenso. Nada que ver con el momento actual.
Por ahí arriba se mantiene, en cambio, el Sporting que necesita esta vez reafirmar su poderío en casa, para mantenerse con los mejores, porque viene de recibir un palo muy duro con la derrota en Cartagonova frente al colista. El equipo de Rubén Albés tenía depositada en este mes de diciembre la esperanza de poder agarrarse a la zona noble de la clasificación, sobre todo en los tres primeros enfrentamientos ligueros, frente a rivales en dificultades (Córdoba, Cartagena y Racing de Ferrol). El saldo no es el mejor con una victoria y una derrota. Por eso es importante para los gijoneses sumar los tres puntos en esta jornada para encarar con fuerza las últimas dos citas, a priori, más complicadas: en Anduva ante el Mirandés y en El Molinón frente al Málaga.
Albés no puede contar en este partido con su portero titular, Rubén Yáñez, expulsado en el último encuentro, en el que también se lesionó Juan Otero; el colombiano y Diego Sánchez son las otras bajas de los locales. El técnico gallego guarda con celo, otra semana más, su alineación; cada vez que se han anunciado cambios, ha apostado por mantenerse fiel a los once hombres del partido anterior. En esta ocasión no será posible por las ausencias de dos de los hombres con más minutos (Yáñez y Otero) y se espera también alguna variación en el centro del campo y en ataque, con opciones para Gelabert, Bernal, Campuzano, Caicedo y Gaspar, suplentes el pasado lunes.
El Racing de Ferrol, por su parte, atraviesa una situación dramática. El equipo gallego llega a la cita en Gijón después de ser vapuleado por el Oviedo (1-5), en una racha que alcanza las nueve jornadas sin ganar. El club decidió no tomar medidas drásticas con Cristóbal Parralo por lo que se sentará en el banquillo de El Molinón, pero no tiene asegurada su continuidad tras el partido. Sin gol, frágil en defensa y el lastre que suponen las lesiones, los ferrolanos atraviesan un momento tétrico con la necesidad imperiosa de sumar tres puntos.
El balance hasta la fecha es muy negativo con tan solo 15 puntos en 18 jornadas que ponen contra las cuerdas la continuidad en la categoría de la escuadra verde. Lejos de A Malata, los registros del equipo no son para nada alentadores con tan sólo una victoria, cuatro empates y tres derrotas. La situación es similar a cuando el equipo juega como local, tan sólo habiendo cosechado 7 puntos lejos de su feudo de los 15 totales.
En cuanto a la alineación Cristóbal Parralo recupera a Eneko Jauregi como una opción más para la delantera, pero sigue teniendo un agujero en el lateral izquierdo ante las bajas de Moi Delgado y Brais Martínez con la necesidad de ubicar a David Castro en dicha posición. Volverá también Naldo, ausente la pasada semana por sanción y preparado para comandar una zaga herida. Los ferrolanos arrinconados y asfixiados por su sombría situación clasificatoria, no les sirve otra cosa que ganar como ocurrió en la temporada pasada, en un momento dulce, que poco o nada tiene que ver con la cruda realidad actual.
El partido abre esta jornada dominical en el horario que menos gusta en todas partes, las dos de la tarde. Con todo, El Molinón, que supera los 21.000 espectadores de media hasta esta jornada, espera acoger otra buena entrada, a pesar de disputarse en la franja horaria clave para disfrutar de la buena gastronomía que ofrecen la ciudad y el Principado de Asturias. A pesar del delicado momento del Racing de Ferrol, sus aficionados no bajan los brazos y más de 400 estarán en el estadio gijonés animando al equipo.
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