El Racing pone en marcha la maquinaria sin sobresaltos

Se trataba de empezar a coger velocidad de crucero y se puede decir que el Racing lo consiguió plenamente en Guarnizo. Con calor, campo irregular y un rival fuera de forma (tampoco el Racing está fino, obviamente), no cabía esperar un partido espectacular, ni con demasiado ritmo, pero cubrió el mínimo exigible. No fue de esas tracas habituales en las tres primeras semanas de pretemporada. De los nuevos, dejaron mejores credenciales Alfon y, sobre todo, Aritz Aldasoro. Y de los que repiten, gustaron Camus, haciendo de Camus, y Borja Domínguez, más animoso y trascendente que en la segunda vuelta del curso pasado.

La lupa estaba en el arranque del partido en como iba a organizar Romo el centro del campo. Los cuatro de atrás tenían posiciones claras, lo mismo que los dos extremos y Cedric arriba. Pero quedaba la duda de si el madrileño pretendería meter a Juergen Elitim en las botas de Pablo Torre o darle la libertad que tenía en el Depor jugando de volante. Y, la verdad, es pronto para sacar conclusiones, en la primera parte el Racing, aunque hubo ratos del clásico 4-2-3-1, lo cierto es que jugó más 4-3-3, con un solo pivote defensivo, Borja Domínguez, y dos volantes, Íñigo por la derecha y el colombiano a la izquierda. Una primera prueba. Sin más, probablemente, aunque Juergen parece más a gusto con libertad de movimientos.

Cuando el partido arrancó, que le costó un poco, lo hizo con claro dominio racinguista. Sin necesidad de combinar demasiado, se fueron presentando las oportunidades, que empezaron con sendos remates a la madera de Dani Fernández y Cedric, siguió con un mano a mano que perdonó el nigeriano por un palmo, tras gran pase al hueco de Borja Domínguez y ya, a partir de que a la media hora el cansancio hizo mella en los de la Cultural, llegaron los goles. Más balón, más piernas y más calidad, así que fueron cayendo los tantos. Dalisson, cabezonense recuperado para Cantabria para el Rayo tras su paso por la cantera del Valladolid, marcó el primero, Camus, tras un zigzag muy suyo entre rivales, Camus el segundo y Cedric, tras otro gran pase de Borja Dominguez, muy activo y acertado, el tercero. Entre medias, le dio tiempo a Marco Camus a tirar a las nubes un penalti provocado por él mismo.

La segunda parte la arrancó Romo cambiando a los once, mientras que Aurelio Ávila, que solo tenía seis en el banquillo, se debió de conformar con ir refrescando poco a poco. Con Aldasoro y Tienza en el medio y Alfon de mediapunta, los santanderinos volvían al 4-2-3-1 que tan buenos resultados le dio la pasada temporada. El primer cuarto de hora fue de dominio absoluto racinguista, pero sin filo en las inmediaciones del área. Solo un par de muy buenos pases filtrados por Aldosoro al interior del área quedaron en la retina en ese periodo. El guipuzcoano, por cierto, es de esos centrocampistas diesel que abarcan mucho terreno y nunca están quietos.

El último cuarto del partido se jugó por completo en la mitad del campo de la Cultural. Lógico, por otra parte, si se tiene en cuenta que Los locales tenían a dos jugadores de vacaciones, a su mejor futbolista de luna de miel y el resto se han juntado solo para preparar este partido y no volverán a verse hasta que en agosto arranquen su pretemporada. Aldasoro, con su pierna mal y desde fuera del área, marcó el cuarto y rubricó así una convincente presentación ante la sociedad cántabra.