El Racing de Ferrol, sin soluciones en la línea de tres cuartos
El conjunto gallego no encuentra respuesta sobrepasada la zona de creación. Tras empatar sin goles con el Mirandés, acumula 278 minutos sin marcar.
El Racing de Ferrol ha mostrado un síntoma común en este inicio de temporada y es el apagón que sufre cada vez que el equipo sobrepasa el medio del campo. El conjunto ferrolano es sólido a nivel defensivo, crece a partir de su retaguardia, pero el bloqueo de ideas comienza en la línea de tres cuartos que impide una mayor lucidez a la hora de pisar área. Son hasta siete opciones para confeccionar el medio del campo las que tiene Cristóbal Parralo a su disposición, pero hasta el momento, no ha encontrado ninguna figura que pueda hacer de puente entre la medular y los futbolistas más adelantados.
Tampoco el juego tan característico que demostró el equipo por banda en los últimos años ha salido a relucir en estos primeros coletazos de la temporada. Arriba, tanto Álvaro Giménez como Eneko Jauregi presentan esfuerzos a la hora de bajar para dar opciones al equipo en la fabricación de juego, situación que evita que los delanteros puedan recibir balones francos para poder rematar a la hora de finalizar jugada. Es por ello que el Racing de Ferrol, necesita encontrar el puente que consiga unir su zona de fabricación con la parcela ofensiva, en evidente sequía desde el doblete de Jauregi en la primera jornada con 278 minutos sin ver puerta.
En el momento que Cristóbal Parralo agitó el árbol desde el banquillo, Chiki fue una de las opciones elegidas para tratar de darle mayor picante al encuentro contra el Mirandés, situado como segundo punta, aunque no fue suficiente para poder ganar. Al menos, el jugador comodín del Racing que fue utilizado hasta la fecha como extremo, consiguió reverdecer la conexión en cierta medida, que necesita el equipo cuando sufre el apagón después de pasar por la zona de creación. Manu Vallejo, es otra de las piezas que puede ser útil en la mediapunta, pero hasta la fecha tan solo ha participado veinte minutos repartidos en dos partidos y su ubicación a ojos de Cristóbal Parralo está en la banda.
Josep Señé, el único jugador que mantenía su puesto en el once con respecto al equipo de la pasada campaña, manifestó ya antes de visitar al Deportivo, el principal síntoma del grupo a la hora de ver luz más allá de la línea de tres cuartos. “Cambia con respecto al año pasado porque yo por ejemplo tenía un jugador siempre por delante, en este caso Iker que era el que jugaba habitualmente ahí. Sabía que al recibir el balón tenía ese pase seguro y este año no tengo ningún jugador por delante”, comenta uno de los veteranos de una plantilla que todavía tiene por delante un largo camino que recorrer con muchos mecanismos todavía por engranar.
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