El Racing de Ferrol, atrapado en un bucle infinito de errores
Los ferrolanos volvieron a recibir un severo correctivo, esta vez ante el Mirandés (4-1). Menéndez no encuentra el camino tras dos derrotas consecutivas.
Alejandro Menéndez tenía las cuentas claras el día de su presentación como nuevo entrenador del Racing de Ferrol: sumar 31 puntos. Lo cierto es que comenzó de forma inmejorable ganando en la visita al Levante (0-1), pero los dos partidos siguientes ante Castellón (1-3) y Mirandés (4-1), fueron dos auténticas pesadillas. Actualmente, tres puntos de nueve posibles, un bagaje muy endeble ante las urgencias de un equipo anclado en los puestos de descenso.
El objetivo de la permanencia se evapora para un Racing de Ferrol que cambió el inquilino del banquillo en enero, realizó cuatro fichajes, pero ni una cosa ni otra han dado con la tecla necesaria para ver una reacción. Las oportunidades van pasando, pero los errores siguen siendo los mismos a lo largo de toda la temporada. Los síntomas son claros con falta de solidez defensiva, apagados en ataque y ciertos momentos de desconexión a niveles de intensidad que son mortíferos para las aspiraciones del equipo.
El Racing de Ferrol pretendía despegar ante el Castellón después de su victoria ante el Levante, no fue así y la decepción se alargó con el severo correctivo recibido ante el Mirandés (4-1). En Anduva, una vez más, el inicio del partido fue definitivo. En poco más de veinte minutos, alejados del ritmo impuesto por el equipo rojillo, el conjunto ferrolano hincó rodilla siendo ampliamente superado por su rival. La ventaja de dos goles fue definitiva, a pesar de gozar de un instante de lucidez con el tanto de Luis Perea. Un oasis en el desierto, ya que en la segunda mitad, el Mirandés puso la puntilla para redondear la goleada con los zarpazos de Panichelli y Butzke.
Es evidente que el Racing de Ferrol vive en un bucle de errores infinito. Ni Cristóbal Parralo, ni tampoco Alejandro Menéndez tras tres partidos, está siendo capaz de hacer despegar a un equipo cada vez más cercano al abismo. Lo cierto es que hay muy poco a lo que agarrarse para creer en la salvación de los ferrolanos, ningún jugador es capaz de dar un rendimiento acorde a la categoría y el hecho de convivir con resultados apabullantes de forma regular es una constante para el equipo.
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El propio Alejandro Menéndez va más allá de la táctica, apelando al orgullo de sus jugadores para tratar de encontrar un camino, que al menos, permita al Racing de Ferrol dar la cara hasta el final de la temporada. “No hay otra que ser hombres, mirarnos a la cara y demostrar que podemos hacerlo. Trabajo y trabajo, no hay más. No podemos tener estas lagunas. Es como la vida misma, hay que ir de cara y buscar competencia. Esto es cuestión de que todos cuando salgamos al campo tenemos que dar la cara. Hay que exigirse más”, comentó el técnico. A pesar de todo, el tiempo corre en contra y la amenaza del descenso está cada vez más cerca de un Racing de Ferrol atrapado en un callejón que no parece tener salida.
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