El quirófano, última oportunidad para Satrústegui

Una dedicatoria dio la pista sobre el estado de Eneko Satrústegui, jugador ‘desaparecido’ desde que en la jornada inaugural fuera titular con la Cultural. Al acabar el último partido, en plena celebración del agónico triunfo frente al Mirandés, toda la plantilla se unió en el vestuario en torno a la camiseta del número ‘3′. Entonces las especulaciones corrieron como la pólvora hasta que, saliendo de su habitual oscurantismo, el club arrojó luz. El quirófano, como última oportunidad para recuperar la maltrecha rodilla derecha del defensa central.

Fue el pasado viernes cuando Satrústegui, de 35 años, se puso en manos de uno de los mejores traumatólogos de la ciudad para ser sometido a una artroscopia exploratoria. La intervención es el paso final de un largo proceso que comenzó con unas dolencias durante la pretemporada y que no han desaparecido. Tras jugar 85 minutos en el estreno del campeonato, el navarro ingresó en la enfermería y de allí no ha salido hasta la fecha.

Los distintos tratamientos médicos aplicados no dieron el resultado esperado y se optó por la vía quirúrgica, aunque desde el primer momento las exploraciones radiológicas descartaron una lesión de importancia más allá del desgaste de una articulación que en el pasado sufrió graves percances.

De este nuevo paso por el quirófano sale, en todo caso, el convencimiento de los expertos de que Satrústegui podrá volver a pisar los terrenos de juego, aunque los plazos son indeterminados. El veterano zaguero era uno de los pilares en la planificación de la temporada, pero ante el temor de una larga ausencia, la dirección deportiva se cubrió las espaldas con el fichaje del portugués Tomás Ribeiro, un futbolista contrastado que, por el momento, vive a la sombra de la pareja Rodri-Barzic.

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