El Pucela oficializa a Raúl Moro
El atacante, que ya está trabajando a las órdenes de Pezzolano, llega procedente de la Lazio, cedido con opción de compra hasta final de temporada.
El Real Valladolid ha confirmado su segundo movimiento de entrada del mercado estival, la cesión de Raúl Moro, procedente de la Lazio, que firma hasta el 30 de junio de 2024, aunque el club se reserva una opción de compra de su pase al final de la campaña. El atacante catalán llega previo paso del Real Oviedo, donde militó durante los últimos seis meses, con un rendimiento prometedor que hizo que los carbayones quisieran optar, sin éxito, a seguir con él a préstamo.
Moro, que ya se ha ejercitado este lunes con sus nuevos compañeros, es un extremo menudo, preferentemente izquierdo, si bien puede desenvolverse también en otras posiciones ofensivas. Internacional sub’21, no será hasta el mes de diciembre cuando cumpla los 21 años, por lo que sigue con el ‘lifting’ aplicado con las primeras novedades tomadas respecto a la plantilla, como fueron el fichaje de Boyomo y el ascenso definitivo al primer equipo de David Torres.
En esa posición avanzada, de atacante de banda, es un jugador habilidoso, con un tren inferior potente, capaz de desbordar en el uno contra uno, semejanzas que guarda con Darwin Machis, quien ocupó ese costado zurdo durante los últimos meses del pasado curso. Así lo demostró con el protagonismo creciente que tuvo en el Real Oviedo, donde fue de menos a más desde su llegada en enero: le costó ser titular a su llegada y afrontó un valle entre marzo y mayo, pero acabó siendo titular y dejando buenas sensaciones.
El que vivirá en Pucela será el tercer préstamo consecutivo, dado que antes de recalar en el Carlos Tartiere estuvo unos meses en la Serie B italiana, en el Ternana, donde tampoco terminó de descollar, lo que hizo que sumase apenas una docena de partidos, para un total de 28 y 860 minutos, en los que marcó un gol (en Italia) y repartió un par de asistencias (en el Oviedo). Eso sí, previamente, todavía siendo juvenil, brilló en sus dos primeras temporadas como lacial, que le permitieron subir al primer equipo y ser internacional sub’21.