El proyecto de Primera que imagina Sergio Pellicer
El entrenador del Málaga insiste en que el objetivo de esta temporada “no es el mismo” del pasado curso. “Si damos ese paso, habrá ese proyecto de Primera en dos años”, dice.
Sergio Pellicer acudió al programa Gol a Gol de Canal Sur para reflexionar sobre presente y futuro del Málaga CF. Rumiando un discurso fijo el entrenador del Málaga durante el verano en cuanto a las aspiraciones. “Nuestro objetivo no es el del año pasado. Lo primero es conseguir esos 50 puntos para, después, mirar hacia adelante”, volvió a insistir el entrenador del Málaga, con una óptica más ambiciosa, sabiendo que el club tiene ese techo de cristal por una administración judicial que va camino de los seis años. “Me gustaría que fuésemos un club normal“, decía el de Nules.
“No somos candidatos al ascenso, pero nuestro objetivo no es el del año pasado. Lo primero es conseguir esos 50 puntos para, después, mirar hacia adelante. Me gustaría que fuésemos un club normal. La gente va a otra velocidad y se merece un equipo en Primera. Hay que ser realistas. Este nivel de exigencia que pongo es un mensaje para todos. Si hago la misma temporada que el año pasado, no creo que pueda seguir”, reflexionaba Pellicer. “Málaga es una ciudad que acomoda mucho. Si estuviera en Burgos y diera un día libre, al día siguiente todos estarían en el gimnasio (ríe); en Andalucía eso no pasa”.
“Somos candidatos a ilusionarnos con lograr los 50 puntos y a ser exigentes. Si este año somos capaces de dar ese paso, en dos años habrá un proyecto de Primera División”, señalaba el técnico. Admite Pellicer el salto de este Málaga con sus siete fichajes, pero “son jugadores que han venido para hacer crecer a los de casa”, justificaba el entrenador blanquiazul esa visión de ver al Málaga en Primera.
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Aún con el dolor de la derrota en Huesca y una maldición en El Alcoraz que continúa, dejaba una reflexión interesante Pellicer de cómo se gestionó el final ante el conjunto oscense. “Nos precipitamos en jugar en largo, le hacen falta a Rafa y luego no somos capaces de parar la jugada con falta. Después, en vez de retroceder, hacemos saltos. Es un aprendizaje. Tenemos que formar a jugadores trileros y eso no es así. En la acción, si Rafa se tira y coge el balón con la mano, seguramente pita. Ayer estaba muy enfadado. El problema es del asistente. Le dije que con todo el respeto, cuando vean la jugada se iban a dar cuenta. Con cada decisión gestionan muchas emociones y nos jugamos mucho. Hay que respetarlos y ayudarlos, pero hay cosas en las que tenemos que dar un paso hacia delante. Me gusta que haya polémica y rebeldía porque si no nos aburrimos. A Rafa esto dentro de dos años no le va a pasar”.
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