El primer fichaje es Gori
El mediocentro, una de las perlas de la cantera, volvió a jugar 644 días después de su rotura del ligamento cruzado, que sufrió en octubre de 2021 y de la que recayó el pasado verano.
Motivo de celebración en cualquier circunstancia, en un Espanyol sin caras nuevas resulta doblemente satisfactoria la reaparición de Gregorio Gracia, Gori, una de las grandes perlas de la cantera, que viene empujando la puerta desde que en 2020 asomó en edad juvenil en su primera pretemporada entre los profesionales pero cuyo infortunio con las lesiones había cortado de raíz su enorme proyección. Hasta ahora. Se ha convertido, en la práctica, en el primer fichaje perico de la 2023-24.
Ante el Cádiz (0-1), el pasado domingo, volvió a disputar Gori un partido 644 días después del anterior. Fueron 31 minutos, entre la reanudación y el 77′, cuando Luis García lo sustituyó por Keidi Bare, que le supieron a gloria, tan deseados como eran desde que el 17 de octubre de 2021 se rompiera durante un Espanyol B-Tarazona el ligamento cruzado de la rodilla izquierda.
Se recuperó, no sin dolor ni sufrimiento, e igual que los dos cursos anteriores con Vicente Moreno, en el verano de 2022 iba a contar para Diego Martínez. Hasta que se volvió a quebrar. La misma lesión. Sometido a una artroscopia el 15 de julio del año pasado, justo el mismo día pero de 2023 se volvía a desempeñar en un partidillo, entre los propios jugadores del Espanyol, en la Dani Jarque. Y en Marbella, donde todo empezó, ha vuelto a ser futbolista. Con letras grandes.
“Ha sido muy duro, sobre todo mentalmente. Pero ha valido la pena”
“Estoy súper feliz. Llevaba mucho tiempo sin pisar el terreno de juego y ha sido muy duro, sobre todo mentalmente. Trabajar, el día a día, me ha hecho estar fuerte. Ha valido la pena”, concedía este lunes en los medios del club, donde repasaba cómo “ya ponerte la ropa se hace raro, volver a pisar el terreno de juego, estar con los compañeros, tener a los rivales delante… Es una sensación muy bonita porque es para lo que vivo, jugar al fútbol es lo que me hace feliz”.
Para Gori, que llegó al club en infantiles e inicia su novena temporada, no será nuevo el ambiente profesional. No en vano, antes de su primera lesión grave llegó a debutar en Primera, en un Osasuna-Espanyol hace dos temporadas. Y ya en el tramo final del pasado curso, una vez Luis García había tomado las riendas, regresó a la dinámica del primer equipo, poniéndose a punto para su retorno.
“A veces piensas, le das vueltas”, reconoce, sobre sus lesiones, “porque no es una sino dos, pero cuando estoy en el campo desconecto, me centro en el juego”. “El trabajo psicológico también es importante. Cada día trabajo mi mente”, explica el centrocampista, quien espera “ir de menos a más, ir encontrando mis sensaciones y mi mejor versión y competir con el equipo al máximo”. Por ahora, ya se le puede considerar el primer fichaje de la 2023-24.