El Oviedo tiene un problema en casa
Su tercera derrota en cinco partidos en el Tartiere lastra al equipo azul, en plena crisis
El Carlos Tartiere siempre ha sido el mejor aliado del Oviedo en los buenos momentos. En las temporadas de éxito, el estadio azul se convirtió en el fortín sobre el que edificar los éxitos, la base de lograr los objetivos estaba en casa. Por eso, en el inicio de cada campaña se repite la misma idea: tratar de convertir el Tartiere en un fortín. Esta temporada, sin embargo, está lejos de ser así.
Porque el Oviedo de Bolo ha disputado cinco encuentros hasta la fecha con su gente de testigo y solo ha sido capaz de ganar uno, ante el Leganés en la segunda jornada de Liga. Al empate ante el Levante (1-1) se le suman además tres dolorosas derrotas: 0-1 frente al Andorra, 0-1 contra el Ibiza y el 1-3 con el que el Cartagena le despachó el pasado fin de semana. La crisis de juego y resultados en la que vive el equipo azul tiene como base el Carlos Tartiere.
Bolo sabe que tiene que seguir tocando teclas hasta que el equipo empiece a funcionar. Aunque aún es pronto, empieza a perder ritmo con los equipos ya situados en las primeras plazas de la tabla. Pero el mayor problema es el juego colectivo. El técnico aún no conseguido dar con la fórmula que convierta al Oviedo en un equipo ofensivo y atrevido como mostró la Ponfe de Bolo en las últimas temporadas en Segunda División.
Está, además, el problema de las lesiones. La plaga de molestias y roturas musculares va camino de récord. Ya son 8 los futbolistas que han caído lesionados en estos dos primeros meses de competición. El último en lesionarse ha sido Dani Calvo, otra de las piezas indiscutibles en los planes de Bolo. Parece que estará algunas semanas fuera, siguiendo el camino en el que estaban Borja Sánchez y Kona Koindredi, dos de los hombres de más calidad en la plantilla configurada por Tito Blanco.
No le queda otra al técnico y su equipo de trabajo que seguir trabajado, buscar soluciones al problema tan grande en el que vive el conjunto azul en este accidentado comienzo de competición. Todo pasa por encontrar la fórmula que lleve a los pupilos de Bolo a llegar con más gente al área de los rivales y poder mejorar los números ofensivos, deficientes hasta la fecha.
A responder en Zaragoza
Al Oviedo no le queda otra que darle la vuelta a la situación a base de resultados. La siguiente oportunidad para hacerlo será el domingo, en La Romareda, contra un Zaragoza que ha iniciado la competición con similares problemas que los azules. De hecho suman el mismo número de puntos que los azules a estas alturas.
Fuera de casa, el equipo sí luce mejores números. Ha disputado tres encuentros lejos de su estadio y aún no ha perdido. Ganó en su primer desplazamiento a Santander (0-1) e igualó en los dos siguientes, en ambas ocasiones sin goles: en Burgos y en Lugo. Los 5 puntos sobre 9 en juego le da algo de aire en la tabla y evita que los de Bolo muestren más problemas clasificatorios a estas alturas de la temporada.