El Oviedo sigue creciendo y mete en más problemas al Almería

El Oviedo sigue de dulce, sometió a un Almería perdido que solo se agarró al instinto de un gran Luis Suárez y que se hundió con dos rojas en la segunda mitad, y le derrotó en un choque de golpes directos en el que los azules siempre dieron la sensación de dominar. El 3-2 confirma que los de Calleja son uno de los equipos con más talento de la categoría y que al Almería le faltan fundamentos para ser considerado un claro candidato al ascenso.

El Oviedo salió mucho más enchufado que un Almería que daba la sensación de navegar entre dos aguas, sin saber si morder a los azules en el inicio o presionar. Demasiadas facilidades para un centro de campo regado por el talento de Seoane, Colombatto y Cazorla. Si, además, se añade que los extremos -Chaira y Hassan- estuvieron enchufados desde el primer latido, el choque resultó de primeras de claro color carbayón. Tanto, que antes de los 20 minutos, los de Calleja ganaban 2-0.

Ya había asustado el Oviedo con un par de acercamientos por los flancos cuando Costas acertó, minuto 12, en un córner medido por Cazorla. El 1-0 compensaba el déficit de los azules a balón parado en lo que va de curso. No tardó en llegar el segundo, también de testarazo, este de Seoane a servicio de Pomares.

El Almería estaba groggy, sin saber cómo responder, cuando se encontró con un atajo. Mérito suyo, claro: gran pase a la carrera de Lopy y control y definición perfecta de Luis Suárez. El asistente levantó el banderín pero el VAR comprobó que Calvo habilitaba la carrera del colombiano.

No cambió mucho el guion, porque el Oviedo siguió más cómodo sobre el campo, aunque sin tantas llegadas como en los primeros impulsos. Solo un remate desviado de Cazorla amenazó la meta de Maximiano antes del descanso.

Tampoco pareció cambiar el guion tras el paso por los vestuarios, con Chaira asustando de primeras la meta almeriense. La acción clave sucedió al cuarto de hora del regreso. Alemao corría hacia Maximinao y Radovanovic le trabó a centímetros del área. EL VAR corrigió el penalti y amarilla por una falta en la frontal y roja directa.

Quien pensara que el choque quedaba finiquitado se sorprendería de inmediato. Porque igualó, con uno menos, el equipo de Rubi. Chutó Baptistao y respondió bien Aarón, pero Suárez siguió la acción con más fe que nadie y definió a la red.

Pero el Oviedo no se descompuso con el golpe. Es más: respondió de inmediato. Con otro detalle de calidad, este de Alemao, que convirtió un zurdazo de Cazorla en una asistencia con su sutil toque de espuela.

El Oviedo siguió con el mando y el partido se terminó de poner de su lado a los 79 minutos, cuando el VAR encontró un pisotón de Rachad como merecedor de roja directa.

Ahí ya no dudó el Oviedo que tuvo la pelota en todo momento y rozó el cuarto, con varias llegadas desde los flancos, pero sin el toque final, lo que impidió un desenlace más tranquilo para un Tartiere que, no obstante, celebró con euforia el triunfo ante uno de los gallitos.