El Oviedo se deshace desde la defensa
Tras alcanzar el segundo puesto, los azules han recibido siete goles en dos partidos lo que les ha costado salir de los puestos de playoff.
Javi Calleja atraviesa con el Oviedo otro periodo de dudas, como el que ya le sucedió después de la cuarta jornada disputada en El Molinón ante el Sporting de Gijón. En aquella ocasión el equipo salió de la situación complicada para enganchar una buena racha que le llevó a los puestos punteros de la tabla. A esa experiencia se agarra ahora el Oviedo para volver a resurgir de un momento en el que la inseguridad defensiva le ha costado caro.
Los siete goles encajados por el conjunto azul en las dos últimas jornadas han hecho que la resaca del segundo puesto momentáneo se había convertido en una dura caída hasta los puestos lejos del playoff. Y lo peor no es eso, sino la sensaciones del equipo.
El Oviedo llegó a Elche en el segundo lugar de la clasificación pero la defensa de ese puesto de privilegio no pudo ser peor. El 4-0 que le endosó el conjunto de Sarabia hizo que se empezaron a generar algunas dudas sobre la regularidad defensiva del equipo. Algo que se acentuó en el choque del pasado viernes contra un Huesca que supo en todo momento, hacerle daño a la defensa carbayona.
El 0-3 con el que se cerró el choque del Carlos Tartiere fue seguido de una sonora bronca por parte del respetable. Este año el Carlos Tartiere parecía un estadio inexpugnable, ya que hasta el pasado viernes solo había ganado allí al Racing de Santander y, tras esa experiencia, el equipo de Calleja había encadenado seis victorias de forma consecutiva, clave para posicionarse en los puestos de honor de la tabla. Pero ante el Huesca todo salió mal.
Con la defensa de gala
Tampoco parece que los problemas atrás se basa en una cuestión de nombres. En algunos encuentros se acentúa la crítica sobre algunos hombres, pero ante el Huesca, Calleja por fin recuperó la mayoría de sus piezas atrás y pudo formar con la saga más habitual desde el comienzo de la temporada.
Oier Luengo regresó al lateral derecho, con Rahim en el izquierdo, mientras que la pareja de centrales fue la de más caché del equipo: Dani Calvo y David Costas. La apuesta por los hombres de experiencia no arregló los males defensivos del equipo, como se vio en los tres goles recibidos por un Huesca que tenía como orden prioritaria defender cerrado atrás y aprovechar los huecos que se generarán a la espalda de la defensa de los de Javi Calleja. Así sucedió, con una victoria que, además, sirve a los de Hidalgo para dejar atrás una pésima racha de ocho semanas sin conocer la victoria.
Ahora, Calleja encara una semana de duro trabajo en la ciudad deportiva azul para viajar el domingo a Ferrol, donde intentará poner fin a dos de los grandes males que acechan al equipo en estos momentos: la falta de victorias fuera de casa (el equipo azul no gana desde la primera jornada en Riazor) y la llamativa cantidad de goles recibidos en las últimas semanas.