El Oviedo quiere ser el animador del mercado

Primero fue la salida de Romario Ibarra, que nunca llegó a encontrar su sitio en el Oviedo. Después, un fichaje de los llamados a marcar diferencias: Jonathan Dubasin. Pero la actividad no se detiene en los despachos y el club azul apunta en otras direcciones. Quiere otro futbolista de ataque, además de peinar en mercado en busca de un defensa.

Para reforzar el ataque el hombre deseado es Borja Sánchez. El canterano apunta a ser el siguiente en la lista de refuerzos. El media punta está cerca de cerrar su regreso, para ello deberá romperse su cesión al Club León, equipo de la propiedad de Pachuca, como el Oviedo, y que la entidad carbayona encuentre encaje en los estrechos límites del tope salarial. La voluntad de la partes apuntan a que se cerrará la operación de forma satisfactoria.

Queda claro que la primera misión de la dirección deportiva de cara a la segunda vuelta de la Liga era la de reforzar el frente de ataque. Hacia allí han ido dirigidos los primeros movimientos. Dubasin está llamado a dar un salto de calidad al ataque. El Oviedo estuvo hábil negociando con el hispano belga, pues contactó con él cuando apenas tenía protagonismo en el Basilea suizo. Logró convencer y, aunque en las últimas semanas si ha participado (titular en los últimos cinco choques, con dos goles y una asistencia), mantuvo su palabra de vestir de azul. Llega cedido con opción de compra para la entidad carbayona.

Dubasin se puede mover por todo el frente de ataque, una zona a la que también llegará si nada se tuerce Borja Sánchez. El canterano regresará tras una experiencia poco satisfactoria en la liga mexicana. Luis Carrión es el uno de sus grandes defensores, y con su estilo de juego, el canterano está llamado a dar otros registros a un ataque, el azul, que ha ido de menos a más con el transcurso del campeonato.

Con un ojo atrás

Pero el club no solo mira al frente de ataque, sino que también está atento a lo que se mueva en el mercado respecto a la defensa. Con la zaga no ha habido muchos movimientos en los últimos meses, convencidos en el Oviedo de que era la línea más firme, como ha demostrado en las últimas temporadas.

Sin embargo, la plaga de lesiones que afecta al equipo en los dos últimos años ha sido especialmente dura con la retaguardia. Dos de sus integrantes están lesionados a largo plazo. Mario Hernández y Rodri Tarín sufren rotura de ligamentos y trabajan para poder regresar cuanto antes al trabajo de equipo. Además, las lesiones musculares no han dado tregua a los de Carrión. Ahora mismo, David Costas se recupera de una rotura de fibras importante. Por su fuera poco, de cara a la primera cita de la segunda vuelta, ante el Amorebieta en el Carlos Tartiere, Luis Carrión no podrá contar con Oier Luengo y Abel Bretones, que ante el Villarreal vieron la quinta amarilla, ni con Dani Calvo, que fue expulsado en una de las últimas acciones del choque.