El Oviedo quiere crecer desde el Tartiere

El Oviedo recibe el sábado al Mirandés en el Carlos Tartiere y la sensación dentro del vestuario es que los tres puntos son obligatorios. Porque el triunfo puede suponer el espaldarazo definitivo para que los azules escapen de los problemas clasificatorios y porque, de paso, significaría que la relación con el Tartiere vuelve a recuperarse tras unos inicios complicados de la mano de Bolo. El Oviedo buscará ante el conjunto de Etxebarría su tercer triunfo seguido en casa. Un buen síntoma para comprobar la mejora de los azules.

El primer triunfo de Cervera llegó precisamente en el Carlos Tartiere. Fue en un duelo ante el Málaga lleno de imprecisiones, miedos y juego errático. En un clima de tensión complicado para los futbolistas, el Oviedo supo sacar jugo y ganó 1-0 gracias a un tanto de penalti de Borja Bastón.

Aquello fue una liberación para un grupo que llegaba con la moral tocada tras la destitución de Bolo. Tres puntos que daban oxígeno. Cervera, sin embargo, reconoció en su intervención ante los medios que el equipo estaba lejos de parecerse a lo que él pretendía. Que lo mejor de aquella noche era el resultado.

La segunda experiencia del técnico con el Tartiere se cerró en euforia. Recibía el Oviedo al Granada, considerado por todos los analistas como uno de los tres equipos más fuertes de Segunda. Los de Karanaka llegaban apurados por los resultados y con la necesidad de ganar pero el Oviedo estuvo más fino desde el principio. A los 40 minutos, una acción pudo determinar el choque, al resultar expulsado Alonso Aceves en una pugna con Callejón al menos polémica. La roja espoleó a los de Cervera que en la segunda parte dieron una lección de fútbol defensivo y concentración.

Enrich acertó de tacón en uno de los goles de la temporada y el triunfo, de nuevo, se quedó en el Tartiere. Otra vez, además, con la puerta a cero y mostrando el músculo defensivo que se le supone a un equipo entrenado por Cervera. Aquel día, el Tartiere respondió como en las grandes ocasiones, recuperando un vínculo con el equipo que parecía roto tras la mala racha de resultados que se había llevado a Jon Pérez Bolo y su cuerpo técnico por delante.

Con Borja Sánchez recuperado

El regreso al Carlos Tartiere parece que supondrá por fin el regreso de Borja Sánchez a una convocatoria. El canterano acumula varias semanas al margen del grupo, después de que en Albacete recayera de su lesión en la última cita de Bolo como entrenador. El media punta ya estaba listo la semana pasada, cuando completó todos los entrenamientos con sus compañeros, pero finalmente Cervera decidió dejarle fuera de la lista para viajar a Ponferrada. Una medida que perseguía no arriesgar y que tuviera una semana más para ponerse a tono. Ahora, con más días para probarse sobre el césped de El Requexón junto al resto de compañeros parece que su nombre podría ser la principal novedad de cara a la cita contra el Mirandés del sábado en el Tartiere.