El Oviedo luce defensa para seguir sumando

No fue el mejor día del Oviedo. Lo reconoció el propio Bolo al término del partido. “La primera parte fue muy muy muy mala”, expresó sin ambages. Los azules mostraron su imagen más errática de la temporada en El Plantío, superados por un Burgos más fino con la pelota, más intenso y mejor posicionado. Pero ahí, en ese escenario tan complejo, emergió la seguridad defensiva de los azules, esa que el año pasado ya le dio muchos puntos, para dejar la meta de Tomau Nadal impoluta y lograr arañar un empate que permite a los de Bolo seguir sumando en la tabla.

El técnico dirigió la atención a una primera mitad que le provocó un importante enfado. “La primera parte fue muy mala y hay que dar por bueno el punto aunque no era lo que queríamos. Porque veníamos a ganar. Fue muy muy muy mala en juego, intensidad, segundas jugadas... Muchas cosas. Ya lo habíamos dicho: o igualas su intensidad al Burgos o pasa lo que pasa. Merecieron el gol en esa primera parte y fuimos dominados”, expuso el técnico, antes de matizar que la imagen sí había ido a más tras el paso por vestuarios: “En la segunda parte estuvimos mejor, jugamos más en campo contrario. Y ahí ya pudo decantarse para cualquier lado”.

A la mejora del equipo contribuyeron los cambios efectuados desde el banquillo. “Con la gente nueva lo que queríamos era tener balón en campo contrario y tratar de dar frescura, además de contener al Burgos por dentro, que es por donde podía hacernos daño. Y dar más aire con Javi Mier. Hubo fases de esa segunda mitad en las que nos acercamos bastante y ellos nos apretaron en estrategia y balones laterales. Hay que ver otra vez la primera parte porque no podemos salir con esa intensidad”, se lamentó el técnico.

Queda así claro que el vasco no se fue precisamente contento de la imagen de los suyos en Burgos. Pero al menos el equipo no regresó de vacío. Incluso, cosas del fútbol, el botín pudo ser mayor. Koba estrelló un zurdazo en el poste cuando agonizaba la primera parte y Borja Bastón disfrutó de una opción inmejorable en el segundo acto, en un pase filtrado de Sangalli en el que se le fue el control largo al nueve. Pero el punto no es malo si se analiza el contexto; en un mal día y con un rival que suele sacar grandes réditos ante su gente.

Gran defensa

La clave para que la cita no acabara en una decepción más grande estuvo en la defensa. Lucas, Calvo, Tarín y Aceves cerraron con eficacia y apagaron los incendios provocados cerca de un Tomeu Nadal que apareció cuando la ocasión lo requirió. “Lo más positivo de todo es que dejemos la puerta a cero y así al menos aseguras un punto. Pero no nos podemos quedar solo con eso. Tenemos que tener más juego y no precipitarnos con la pelota. Y cuando toque sufrir hay que estar juntos y hoy -por ayer- lo hemos hecho. En la segunda parte tuvimos más balón y pusimos centros peligrosos. La pena es desperdiciar 45 minutos como hicimos en la primera parte”, analizó el entrenador de los azules.