El Oviedo de Cervera ya no es tan sólido
Los azules, que crecieron desde la defensa, llevan cuatro partidos seguidos recibiendo goles
Cervera lo repitió una y otra vez a su llegada: la defensa, todo pasaba por la defensa. Crecer desde atrás se convirtió en su obsesión a su llegada. Y respondió el equipo, con una magnífica dinámica en el Carlos Tartiere, donde derrotó a cada rival por la mínima, luciendo una eficacia llamativa. La defensa era la mayor garantía para el éxito.
Ahora que las cosas no le salen de cara a los azules es precisamente la defensa sólida. Cuando todos señalan al juego de ataque como principal problema, el entrenador se encarga de subrayar que la victoria estará más cerca si se logra defender como hace semanas, cuando el equipo apuntaba a algo más que la permanencia.
Sí es cierto que los goles en contra, en un equipo con la pólvora tan mojada, suponen un muro infranqueable. Quentin Braat va camino de olvidarse de lo que es dejar su meta a cero. El Oviedo lleva cuatro partido seguidos encajando goles. Con la visita del Burgos, un cabezazo de Atienza, libre de marca y en el área, tiró el trabajo azul por tierra y metió los tres puntos en el autobús de los de El Plantío. En Cartagena fueron dos tantos en contra en una primera parte para olvidar. Seguramente, la peor de la temporada. Dos goles sí suponen, se ha visto todo el curso, un barrera imposible de superar para los azules, que nunca han anotado dos tantos en lo que va de competición en el mismo partido.
Ante el Albacete, las cosas parecían rodar con el golazo de Jimmy. Pero el Alba aprovechó una acción elaborada en la segunda parte para igualar y limitar el premio a un triste punto. Por último está la experiencia de Miranda de Ebro. El choque era igualado sin apenas acciones destacadas en las áreas, hasta que Raúl García se cocinó él solo el gol que sirvió para tumbar el fortín levantado delante de Braat.
El peor momento de la temporada con Cervera a los mandos coincide con una sucesión de partidos en el que los azules no logran acabar con su meta inmaculada. Para el entrenador, no es una casualidad.
La ausencia de Tarín
Deberá Cervera reconstruir una defensa que ha perdido fuerza en las últimas semanas sin una de las piezas fundamentales esta temporada. Rodri Tarín cayó lesionado en Anduva en la acción del gol de Raúl García y poco después se confirmaron los peores pronósticos: tiene rotos los ligamentos de la rodilla y estará de baja en torno a 6 meses. El equipo no podrá contar con él hasta comenzada la temporada que viene.
Ahora, el entrenador deberá recuperar la mejor versión de David Costas para que no se note la ausencia de Tarín. El gallego está viviendo una temporada accidentada con la camiseta azul, marcada por las frecuentes lesiones. Buena parte de las esperanzas carbayonas de mantener la categoría sin sobresaltos pasa porque Costas logre formar junto a Dani Calvo la pareja inexpugnable que la temporada pasada se erigió como una de las más fuertes de la categoría.