El Oviedo crece desde la defensa

El Oviedo parece abonado al 1-0 desde la llegada de Álvaro Cervera, un resultado que subraya varias cosas. Una, la dificultad de los rivales para llegar al área azul, mérito incuestionable del trabajo hecho día a día en El Requexón. Dos, que el equipo aprovecha muy bien los recursos de los que dispone. Y tres, que los pupilos de Cervera parecen moverse bien en los resultados cortos, aunque al técnico no le gusten tanto y exija a los suyos un esfuerzo para matar los partidos.

El choque de Tenerife no siguió un guion similar al de otros triunfos azules pues esta vez el rival fue superior. La diferencia fue grande durante la primera media hora en la que el conjunto chicharrero desarboló a los azules y solo la mala puntería evitó que se adelantaran en el marcador. Después, Cervera trató de arreglar las cosas con una modificación táctica y el Oviedo se mostró más entero en el terreno de juego.

Acertaron los azules a balón parado y a partir de ahí, con casi toda la segunda parte por jugarse, emergió la figura de la pareja de centrales. David Costas y Dani Calvo jugaron a un nivel sobresaliente y fueron decisivos para que los azules se fueran de la isla con los tres puntos en la maleta.

Las buenas sensaciones prestadas por la pareja de centrales parecen una confirmación de la tendencia que se observa en las últimas semanas, más o menos desde la llegada de Cervera al banquillo del Oviedo. Recuperar a los dos zagueros, que la temporada pasada fueron de los más destacados en su puesto en Segunda División, ha sido uno de los grandes éxitos del nuevo técnico.

Su crecimiento se nota en los números. Costas y Calvo son protagonistas principales de la mejora del Oviedo atrás. En Tenerife, el equipo volvió a dejar su puerta a cero, como ya sucedió en los choques ante Málaga, Granada y Mirandés, todos ellos en el Carlos Tartiere. En el último mes de competición, la solidez se ha acentuado, ya que los azules solo han encajado un gol en los últimos cuatro choques.

Al 1-0 ante el Granada, en un partido en el que el cuadro de Cervera tuvo que jugar con uno menos desde el minuto 50, le siguió un empate a uno en Ponferrada, en una cita en la que los locales anotaron más allá del minuto 90. Después, el 1-0 frente al Mirandés en una tarde en la que el conjunto de Joseba Etxeberría se quedó sinprobar a Braat y el 0-1 con el que los azules escaparon el miércoles de la isla. La consecuencia directa ha sido que el equipo se ha disparado de la zona de conflicto a pelear por metas mayores.

Braat, en la puerta

Una de las decisiones más importantes de las tomadas por Cervera apunta a la meta, donde el cántabro decidió algunas semanas darle paso al francés Quentin Braat, fichado el pasado verano de la segunda división francesa. Tomeu Nadal había sido el titular hasta entonces, convertido en salvador en algunas ocasiones. Sin embargo, Cervera decidió un cambio de rumbo para ver si el equipo lograba subsanar sus errores en las jugadas a balón parado. El francés, aunque con mucho aún por mejorar, va poco a poco ofreciendo su mejor versión sobre el césped.