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Real Oviedo

El Oviedo confía en la magia de Cazorla: “Le das la pelota y estás tranquilo”

Ni las dos lesiones ni los 39 años han podido con él. Los azules se agarran al gran momento del internacional para asegurarse el playoff de ascenso tras la gran actuación en Cornellá.

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Santi Cazorla.
 
ENTRENAMIENTO REAL OVIEDO 
 
SANTI CAZORLA SEOANE
ELOY ALONSODiarioAS

Ha sido Oier Luengo el que ha resumido en una idea lo que siente un futbolista del Oviedo cuando a su lado tiene a Santi Cazorla. “Le das la pelota a Santi y sabes que puedes estar tranquilo”, expresó tras la exhibición del internacional español el pasado lunes en Cornellá. Cazorla atraviesa, a sus 39 años, un gran estado de forma tras superar su última lesión. Y a su estrella se agarra el Oviedo en un final de temporada tan excitante. En un momento en el que todo cuenta, tener a un jugador de su talento en la plantilla puede marcar diferencias.

El regreso del hijo pródigo a Oviedo ya puede considerarse un éxito se mire por donde se mire. Desde el punto de vista social nunca ha habido ninguna duda. El fichaje de Cazorla supuso el mejor impulso posible a una campaña de socios que este año ha batido récords histórico. También la zamarra con el 8 del internacional: ya en el descanso navideño había batido la marca de la camiseta personalizada más vendida hasta ese momento, la de Michu. Sí es cierto que había más dudas en cuanto a su rendimiento deportivo en el momento de la firma.

Y parecían razonables. Cazorla regresaba al equipo que le vio crecer con 38 años y con algunos problemas en el pubis que le hicieron completar una particular pretemporada sobre el césped de El Requexón mientras la temporada echaba a andar y no con buen pie para el Oviedo.

Cazorla nunca fue petición de un Álvaro Cervera que, amparado por esa necesidad de que el asturiano se pusiera en forma, nunca llegó a convocarle en los 7 partidos que dirigió antes de ser despedido por los pésimos resultados. Pero la llegada de Carrión, que ya le convocó el primer día y le hizo debutar, cambió el panorama.

Con algunos altibajos, Cazorla ha sido una pieza fundamental a lo largo de la temporada, ya sea como recurso en las segundas partes o en el once inicial; en la media punta o insertado en el doble pivote. El canterano azul siempre ha sido un faro con la pelota al que agarrarse, además de un especialista en las jugadas a balón parado.

El choque ante el Espanyol, especialmente la primera parte, fue una de las actuaciones más convincentes desde su regreso. Para Carrión algo más: “No he visto este año en Segunda una actuación tan brillante como la suya”. Y a ese magnífico estado de forma se agarra ahora un Oviedo que quiere colarse entre los seis primeros para soñar con el cierre de temporada soñado. Será más sencillo, con un mago en el equipo.

Borja Sánchez, entre algodones

La parte menos negativa del viaje a Barcelona fue que al menos no hay que lamentar más bajas en la expedición carbayona. En una temporada con tantos problemas de lesiones en una más que buena noticia. Pero sí hay un motivo para estar pendiente: el estado de Borja Sánchez. El canterano azul, que regresó de México en el pasado mercado de invierno, lleva atravesando problemas en la rodilla derecha desde el partido en Huesca, el primero en el que fue titular tras su regreso. Pudo jugar como titular en Cornellá, aunque sigue con algunas molestias, así que la idea es cuidarle y que algunas sesiones las haga a menor ritmo para que el domingo pueda estar en condiciones de jugar ante el Andorra, en la despedida del Carlos Tartiere en temporada regular. El parte de bajas, por otro lado, solo tiene dos integrantes en estos momentos: Rodri Tarín y David Costas. A ninguno se le espera a corto plazo en los próximos partidos, aunque el gallego ya ha comenzado a hacer trabajo en solitario sobre el césped de El Requexón.

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