El Oviedo alarga su buen momento: cinco semanas sin perder

Con la victoria del domingo ante el Almería, ya son cinco semanas sin derrota de los hombres de Calleja, un periodo en el que el Oviedo se ha abonado al ritmo prometedor de la media inglesa: ganar en casa y empatar fuera.

La reacción de los carbayones llegó tras el primer amago serio de crisis, algo que sucedió por un contundente 3-1 cosechado en El Molinón, en el choque más esperado del año. El Oviedo fue inferior a un Sporting que tenía las cosas claras y aquella derrota dolió dentro de la plantilla y de los seguidores azules. Se daba la circunstancia, además, de que los de Calleja habían caído de forma similar solo una semana antes, contra el Racing de Santander en el Carlos Tartiere, 1-3. Así que esas dos derrotas seguidas, tras 4 puntos de 6 pero con algunas dudas en el juego, hicieron que aparecieran algunos fantasmas. Pero la reacción del Oviedo ha hecho que se espanten en poco más de un mes.

Ahora, el Oviedo avanza a ritmo constante, sin parones, aunque aún le queda un último paso por conquistar: colarse en los puestos de playoff de ascenso, el objetivo ya logrado el año pasado, aunque no culminado de la manera soñada y que ahora vuelve a ser un objetivo claro.

Victoria con sufrimiento

El inicio del despegue azul llegó en la quinta jornada, en un partido algo trampa pues el Cartagena de Abelardo, por entonces entrenador de los albinegros, llegaba al Tartiere con claros problemas clasificatorios. También con un planteamiento muy defensivo que hizo que apenas se pudiera ver un buen partido de fútbol. El Oviedo masticó y masticó el choque hasta que al final dio con el premio, en un remate en el área de Colombatto que encontró la red cartagenera. El 1-0 daba rienda suelta a la reacción azul.

Empate trabado

No fue sencillo mantener el ritmo, pues el calendario se ponía serio en las siguientes semanas. Primero, con la siempre incómoda visita al Eldense, que se saldó con un buen punto tras un empate que firmó, primero, un golazo de Alemao de volea imparable. La igualada llegó en una acción que pareció falta sobre Luengo antes del remate de Dumic y Aarón salvó los muebles al final con una intervención decisiva en un mano a mano cuando el partido expiraba.

Victoria convicente

Después, se firmó el choque más serio hasta ese momento, contra otro gallito, el Eibar. El 1-0 reflejó un resultado corto para los méritos contraídos, el Oviedo merecía más, pero dio tres puntos básicos para la moral del grupo y dejó satisfecho a un Tartiere que disfrutó con el juego y la propuesta de los suyos.

Punto trabajado

En el Ciudad de Valencia no lo tuvo sencillo de primeras el Oviedo, ante un Levante que salió a comerse al rival. Pero tras un cuarto de hora de inferioridad, los de Calleja reaccionaron con posesiones más largas y logrando dinamitar el juego de los de Calero. El empate sin goles ante al hasta entonces líder fue otro punto de regusto dulce.

La confirmación

Y llegó el Almería para confirmar lo que ya se intuía en las anteriores semanas: que el Oviedo había dejado sus dudas del comienzo con cada paso hacia adelante. Un 3-2 que deja varias lecturas pero que sobre todo resalta la capacidad del equipo para ser también resolutivo cerca del área de los rivales, sean del nivel que sean estos.