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EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA

El momento cumbre de Nacho Méndez

El autor del gol del Sporting al Oviedo es un jugador importante para Ramírez aunque valoró darle salida el pasado verano tras una grave lesión de rodilla.

El momento cumbre de Nacho Méndez
Eloy AlonsoDiarioAS

“Le comentaba a Flo (Florentin Bloch, el portero del filial y suplente el pasado sábado), que era su primer derbi, que los recuerdos más bonitos que tenía son de mi primer derbi”, contaba Nacho Méndez al final del partido. Aquel primer derbi del centrocampista luanquín fue en El Molinón “y ganamos, en un partido muy bueno y con un grandísimo ambiente”, recordaba el futbolista. Fue el derbi del reencuentro de Sporting y Oviedo tras el regreso de los azules al fútbol profesional. Era el único que habían logrado ganar los rojiblancos hasta el pasado sábado, que llegó la segunda victoria. Ahora será la más recordaba por Nacho Méndez, porque se convirtió en el protagonista con un gol de bandera.

Aquel primer triunfo sportinguista no tenía un héroe marcado porque el gol había sido obra del oviedista Christian Fernández, Bolaño, en propia puerta. En cambio, la afición rojiblanca rinde hoy pleitesía a Nacho Méndez, como autor del tanto del segundo triunfo en esta época reciente en la historia de los duelos regionales. El luanquín ha entrado en el salón de los elegidos por conseguir batir al eterno rival que solo tenía en este siglo a David Villa y Raúl Lozano, protagonistas ambos en el triunfo de 2001 (Carlos Tartiere, 0-2), mientras que Lozano fue el artífice de la victoria en 2002 (El Molinón, 1-0).

Para Nacho Méndez (Luanco, 30-03-1998), el gol al Oviedo supone el momento cumbre de su trayectoria en el Sporting. Debutó de la mano de Paco Herrera siete temporadas atrás, el 27 de agosto de 2017, en la segunda jornada frente al Lugo en El Molinón (2-0). Desde entonces ha disputado 161 partidos en los que ha marcado ocho goles en la liga y dos más en la Copa del Rey. Dos goles lleva en el presente curso que han significado seis puntos; el primero fue en el tiempo añadido del partido en Huesca (0-1).

El gol al Oviedo ha sido el primero de Nacho Méndez en El Molinón, en liga, después de tres años y medio. El tanto a los azules le trajo el recuerdo al futbolista de aquel marcado al Lugo el 28 de junio de 2020, con el estadio vacío, en plena pandemia. Fue un calco. Nacho Méndez recogió una prolongación de Carmona en un saque de banda, dio unos pasos para acomodar el balón a su pierna izquierda y colocarlo en la escuadra más lejana, imposible de alcanzar por el portero. “No me dio mucho tiempo a pensar en el golpeo, aunque es verdad que creo que es el único tiro que tengo, al segundo palo”.

“Tenía una apuesta, una promesa con el míster. Sé que tengo que exigirme más en la llegada al área. Los jugadores de segunda línea tenemos que contribuir más no sólo en los goles sino también en descargar ese peso a los delanteros”, confesó Nacho Méndez tras el derbi. “Llevo insistiendo con él que tiene que tener más gol porque tiene llegada al área y tiene que tenerla. De hecho, le dejo en los ejercicios de finalización con los extremos y delanteros”, confirmó Miguel Ángel Ramírez.

Nacho Méndez es hoy un futbolista importante para Ramírez, que valoró darle salida antes de iniciar la pretemporada. El centrocampista venía de pasar casi una temporada en blanco por culpa de una grave lesión de rodilla, sufrida en la octava jornada del pasado curso, el 22 de septiembre de 2022 en Tenerife, y que le obligó a pasar por el quirófano. Partió casi de cero el pasado verano pero poco a poco se fue ganando la confianza del técnico y ahora está entre los cinco jugadores con más minutos disputados en la plantilla del Sporting.

El calvario que pasó durante los diez meses de baja le han permitido madurar a este futbolista, que se distingue cada jornada por el buen manejo del balón con su pierna izquierda y un buen criterio en la distribución del juego. Pero su madrugador gol al Oviedo le quedará marcado a fuego para siempre, aunque no haya sido el más rápido en la historia de los derbis. Pablo Amo, en la Copa del Rey (4-2, octubre de 2001), y Enzo Ferrero, en liga (1-1, enero de 1977), fueron más rápidos en perforar la portería del eterno rival.