El Molinón recibe a un visitante que siempre presenta dificultades
Un Sporting espoleado por la derrota en Elche recibe a un brillante Huesca que ha empatado en los tres últimos encuentros en el municipal gijonés.
La primera vez que la SD Huesca visitó El Molinón fue en una noche de invierno, el 2 de febrero de 1977, para disputar el partido de vuelta de la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Aquel equipo azulgrana jugaba entonces en la Tercera División, mientras que el Sporting buscaba el retorno a Primera con aquella delantera formada por Morán, Quini y Ferrero. El equipo gijonés pasó de ronda gracias a un contundente 5-2 (la ida se había resuelto con empate a un gol), gracias a los goles de Quini, Maceda, Mesa y Morán (2). Los dos equipos lograron al final de esa temporada sus objetivos, ascendiendo uno a Segunda B y el otro a Primera (sigue el partido en directo en AS.com).
El reencuentro de Sporting y Huesca se produjo 35 años después, ya en este siglo, y en competición de liga, ambos en Segunda División. La historia de enfrentamientos ligueros de estos dos equipos se reduce a poco más de la última década y con un denominador común en las dificultades que ha encontrado el equipo gijonés para superar a este rival cada vez que ha pasado por El Molinón.
Es un visitante peligroso a la vista de los resultados. Porque los rojiblancos solo lograron ganar en aquel primer partido del reencuentro, en la última jornada del año 2012, gracias a un solitario gol del argentino Gastón Sangoy. Desde entonces, cuatro empates y un triunfo visitante, en la última jornada de la campaña el 20 de julio de 2020, en plena pandemia y con un gol de un delantero que después pasó por el Sporting, Cristo González. Es decir, las tres últimas visitas se han saldado con empates, dos a un gol y la última, sin goles.
Y el Huesca del presente amenaza con mantener esa línea porque se presenta en el municipal gijonés enganchado desde el inicio a la zona alta de la clasificación después de un comienzo de temporada que ha sorprendido a muchos por su solvencia. Es cierto que el Sporting está en alza, se quiere asentar también en la zona de privilegio de la tabla y volvera brindar a su afición un triunfo como el último en casa, ante el Castellón.
El Sporting viene de ver rota en Elche su racha de tres victorias consecutivas, pero las circunstancias en que se produjo, con polémica arbitral, no parecen afectar al ánimo de una plantilla espoleada por la adversidad y cada vez más confiada en imponer sus armas en cada partido. Albés se ha confesado consciente de la dificultad que entraña el nuevo compromiso pero también espera que el último resultado haya sido olvidado por sus jugadores.
Para este partido, el Sporting tiene tres bajas. A las ya conocidas del lesionado Curbelo y el sancionado Cote (acumulación de amonestaciones) se ha sumado a última hora el centrocampista Jesús Bernal, con problemas en su cadera derecha. Rubén Albés no ha querido avanzar detalle alguno sobre la alineación, pero ha dejado caer que podría haber novedades en un once con muy pocos cambios, casi ninguno, de jornada a jornada. El técnico gallego apuntó que podría haber descanso para jugadores que hasta ahora han sido intocables en el equipo rojiblanco.
Por su lado, el Huesca de Hidalgo llega tras un brillante inicio de temporada. Los oscenses están hechos para no descender y se han encontrado con su segundo mejor arranque liguero (les supera el equipo de Míchel que fue campeón). Las bajas de los jugadores importantes se están notando y, sin Sielva y Dani Jiménez, los azulgranas han bajado su nivel de inicio de curso.
En Gijón recuperan a su futbolista más determinante: Gerard Valentín. El extremo catalán es un espectáculo y pocos laterales están frenando sus carreras por la banda derecha. El Huesca se agarra a su extremo para poder sacar algo positivo de El Molinón. El objetivo de los azulgranas pasa por dejar su portería a cero y esperar que en una acción puntual pueda brillar Valentín o Javi Hernández, que ya se ha hecho a la categoría tras dar el salto desde el filial del Espanyol.
El Molinón-Quini se prepara para otra interesante noche de fútbol. Se espera de nuevo una buena entrada en el estadio gijonés que tiene un promedio de asistencia de casi 22.500 espectadores esta temporada. La afición del Sporting disfrutó en el último partido de su equipo en casa, con la remontada ante el Castellón hace semana y media, y su presencia volverá a ser relevante a pesar del día y la hora.
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