El Mirandés desecha la construcción de la nueva tribuna y De Miguel se plantea su adiós
“Lo que nos ofrece el Ayuntamiento es una tomadura de pelo”, ha señalado el presidente rojillo que desde hoy busca su marcha del club con carácter irrevocable.
Enero era el mes límite para dar el visto bueno definitivo a la construcción de la nueva tribuna de Anduva. El Consejo de Administración, que encabeza Alfredo de Miguel, presentó el pasado 4 de diciembre este ambicioso proyecto que rondaría los nueve millones de euros. Aquel día el presidente rojillo lanzó un órdago en busca de apoyos institucionales, sobre todo del Ayuntamiento ya que el estadio es municipal. Y la respuesta del Consistorio es contribuir con un millón de euros a pagar en diez años. “Esto nos llevaría a tener que cubrir el total de la obra y luego esperar el retorno de esta cantidad que sería el 6,9% de la inversión a realizar en una instalación municipal. Esto no se ha visto nunca. En esas condiciones no podemos hacer otra cosa que declinar la obra con todo el dolor de nuestro corazón. Creemos que Miranda pierde una oportunidad buenísima para tener un campo como la ciudad se merece y el propio club”, ha argumentado en rueda de prensa.
Albacete, Tenerife, Pontevedra, Racing de Santander, Gimnástica de Torrelavega, Real Sociedad, Valladolid, Las Palmas, Burgos, Balompédica Linense, Linares, Huesca o Real Murcia son algunos de los ejemplos, que ha sacado a relucir De Miguel, que sí han obtenido el apoyo de sus respectivos ayuntamientos: “Hemos hecho una buena labor deportiva y también económica, pero no hemos sabido vender a nuestro principal colaborador la idea de que el Mirandés tiene que crecer y con ese campo no vamos a ningún lado. Estamos atados de pies y manos para seguir con este proyecto. Yo he trabajado con muchas ganas, pero esto me tumba. Me quita las ganas de dar un paso porque veo una respuesta tan vergonzosa que prefiero dejarlo así”.
De Miguel ha planteado incluso su marcha a la espera de recibir una buena oferta para la venta del club. “Busco mi salida con carácter irrevocable. Esto es una patada muy grande para este Consejo de Administración y es una tomadura de pelo. Esto supone una tristeza enorme para todos los que estamos aquí y para todos los aficionados de Miranda. Si nosotros nos vamos a poder crecer, no vamos a tener un apoyo por parte de nuestro Ayuntamiento en algo que es importante para la ciudad, nosotros no nos vamos a implicar más. No es una cuestión de orgullo personal. Es algo necesario hacerlo. Estamos incumpliendo trece puntos con la grada actual. Existe una responsabilidad”, ha añadido.
Un día antes de que el proyecto se presentase en sociedad en la Junta de Accionistas, el club mantuvo el primer contacto con el Consistorio. El 26 de diciembre se produjo la segunda reunión en la que ya se habló de la ayuda de un millón de euros a pagar en diez años. Antes de acabar 2023 se mantuvo la tercera donde la entidad jabata se mostró en desacuerdo con esa cantidad quedándose a la espera de recibir otra respuesta. Pasó el mes de enero y ha pasado gran parte de febrero sin recibir ninguna contestación por lo que De Miguel y el resto del Consejo de Administración deducen que ya no habrá entendimiento con lo que ello supone: declinar una obra necesaria, ya no solo para el crecimiento del Mirandés sino para cumplir con las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional; y el posible adiós de Alfredo de Miguel que deja las puertas del club abiertas a posibles inversores.