El malaguismo se aferra al último tren
La afición agota las entradas para la visita del Racing de Santander a La Rosaleda y se espera un lleno en el partido clave de la temporada. No ganar sería poner pie y medio en Primera RFEF.
El malaguismo no se rinde y trata de aferrarse a cualquier atisbo de esperanza. La última bala, el “partido de siete puntos” (Pellicer dixit) ante el Racing de Santander. La última oportunidad para mantener vivas las opciones de permanencia. Y la afición, lejos de desanimarse, sigue dando lecciones de fe y ha agotado todas las entradas para el partido.
Así lo ha anunciado el Málaga esta misma mañana. No queda una sola localidad para la cita que puede marcar el futuro a corto plazo de la entidad. El reto es que La Rosaleda ruja como en las grandes ocasiones. La afición es consciente de que el equipo está en una situación límite y pondrá su granito de arena en busca de una reacción que por continúa resistiéndose.
Las previsiones más optimistas apuntan al lleno (30.000 espectadores), aunque no es la primera vez que sucede algo así en las últimas temporadas y luego se ve algún que otro hueco en el estadio debido a la ausencia de algunos abonados. Con el fin de que esto no pase, el club recuerda a sus socios que todos aquellos que asistan a presenciar los ocho últimos encuentros en Martiricos se beneficiarán de un descuento del 25 % en el abono de la 2023-24 y del 50 % en la camiseta oficial de la actual temporada.
El récord de asistencia este curso en La Rosaleda se cifra en los 21.807 aficionados que presenciaron el partido ante Las Palmas de la jornada 2. En un principio, dicho registro debe ser mejorado este domingo (18:30 horas) ante el Racing.
El encuentro es un todo o nada. Salir del duelo ante los cántabros con ocho o más puntos de desventaja con solo 36 por jugarse sería casi definitivo. El malaguismo lo sabe y por eso se volcará una vez más con su equipo.