Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

MÁLAGA

El Málaga prepara otro golpe de timón

Manolo Gaspar anunciará al cierre del mercado que no continuará al frente de la dirección deportiva blanquiazul. El administrador judicial ultima el desembarco en La Rosaleda de un director general.

Manolo Gaspar, siguiendo un entrenamiento del Málaga.
MARIANO POZODiarioAS

El terremoto no cesa en el Málaga, que se prepara para otro golpe de timón, esta vez no en el banquillo sino en parcelas directivas. Manolo Gaspar tiene decidido no continuar al frente de la dirección deportiva blanquiazul una vez finalice el actual mercado invernal. La pésima dinámica deportiva que arrastra el equipo durante las dos últimas temporadas y la tremenda presión social que existe por parte de la afición para la salida del paleño le harán dar un paso al lado, tal y como apunta Málaga hoy.

Los dos últimos proyectos diseñados por Gaspar, forjados con la firme intención de estar cerca de los puestos nobles hace un año y peleando de lleno por ascender este curso, han resultado un fiasco. La mayoría de decisiones deportivas han salido mal y el equipo está en una situación crítica y hundido en la clasificación. La opción del descenso a Primera RFEF es más que real y por ello La Rosaleda lleva semanas pidiendo su marcha del club y la salida también del administrador judicial, José María Muñoz, aunque en este caso la decisión depende de la jueza que decretó su nombramiento.

Muñoz trabaja desde hace semanas en dar un nuevo impulso al proyecto a nivel estructural con la llegada de un director general. Hasta ahora se había resistido a colocar a nadie que dirija el club bajo su supervisión económica y aún está por ver si de verdad otorga plenos poderes a esta nueva figura. El elegido es Kike Pérez, hasta ahora en el Cádiz y con pasado ejecutivo en clubes como Alavés o Alcorcón.

Si se concreta el desembarco de Pérez en Martiricos, aterrizará con la compleja misión de recomponer una entidad con goteras en todos los departamentos y carente de referentes. La reestructuración de la parcela deportiva se antoja decisiva. Hay mucho que planificar con vistas a la temporada 2023-24 y bajo dos escenarios posibles, la permanencia y el descenso.

La etapa de Manolo Gaspar en el Málaga, por tanto, toca a su fin. El malagueño deja tras de sí luces y sombras. Su comienzo fue excelente, diseñando un proyecto muy austero y con solo 18 fichas profesionales que parecía condenado de entrada pero que acabó resurgiendo gracias a las buenas decisiones en cuanto a fichajes y a la labor de Pellicer en el banquillo. Sin embargo, luego todo se desmoronó. El Salario Liga aumentó, la ambición y los objetivos también y se fueron encadenando decisiones erróneas y algún que otro golpe de mala suerte que se han llevado por delante su gestión.

La elección de los entrenadores ha sido una de sus principales asignaturas pendientes. Tras la salida de Pellicer, apostó por José Alberto y no salió bien. Después, las decisiones han ido a peor. Natxo González, Guede y Pepe Mel no han sido capaces de darle la vuelta a una situación que ha sido rematada por la planificación de una plantilla descompensada, con carencias más que evidentes en los extremos y en los laterales.

Algún movimiento pendiente para cerrar su etapa

Manolo Gaspar no seguirá siendo el director deportivo del Málaga, pero al mercado aún le quedan algo más de 24 horas y el objetivo es intentar abordar algún movimiento más para tratar de reforzar la plantilla. La prioridad es la llegada de un delantero que aumente las prestaciones ofensivas de un equipo que está mostrando unos problemas terribles para ver portería. Rubén Castro no está teniendo su año y tampoco está bien abastecido, Fran Sol está desconocido y apenas ha sumado y el canterano Loren sigue lejos de derribar la puerta. Además, no se descarta, si surge la opción y cuadran los números, la llegada de un lateral izquierdo. Pero las opciones de que esto se produzca no son demasiadas. Lumor ha resultado otra malísima elección y, aunque Pellicer le incluyó en la convocatoria para Gijón, prácticamente no cuenta.