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MÁLAGA CF

El Málaga está destrozado

Colista. A cuatro puntos de la salvación, y con tres derrotas consecutivas. El proyecto del Málaga puede acabar, efectivamente en Primera… Federación.

Imagen del once del Málaga en Cartagena.

El Málaga se hunde. Es colista en el primer tercio de competición con sólo nueve puntos, a cuatro de la salvación pero con sensaciones de cadáver. Más que una psicóloga, este Málaga necesita un milagro. Los esfuerzos de Pepe Mel por reconstruir un equipo pésimamente diseñado y en convulsa situación institucional se diluyen a medida que avanza la Liga. El Málaga es un enfermo en cuidados paliativos.

Todo sale mal. Cuando no es una cosa es otra, pero el resultado acaba siendo el mismo. Los errores puntuales penalizan. Cada fallo es una puñalada. La cuestión es que el equipo blanquiazul se desangra y da la sensación de que lo peor está por llegar. Nervios, falta de atención y, en definitiva, falta de calidad son consecuencia de una planificación deficiente por construir una plantilla a imagen y semejanza de un entrenador (Pablo Guede) con el respaldo de un director deportivo (Manolo Gaspar) que está sentenciado por la afición.

Tras realizar 14 fichajes, el Málaga quiere anticiparse en el mercado invernal para traerse a Yanis Rahmani, un jugador que dejó grato sabor en los dos ratitos que jugó en el equipo blanquiazul, pero que no cuenta en el Eibar de Garitano donde solo ha sido titular en un partido. Mel reclama dos extremos y un lateral derecho como mínimo. Pero el coste plantilla disponible no supera los 400.000 euros. Y en verdad más que cubrir estos puestos antes mencionados, el Málaga necesitaría una reestructuración radical. No hay tiempo ni dinero.

Varios señalados

La construcción de esta plantilla no ha podido ser más desafortunada. Porteros cuestionados, laterales sin recambios con rendimiento deplorable, centrales que se lesionan con facilidad y regalan goles y expulsiones. Centro del campo roto y desequilibrado, delanteros aburridos. ¿Cómo puede soñar Rubén Castro con rematar (ya no decimos golear) si lo que recibe son sandías? Y del debut de Lumor, decimocuarto fichaje, mejor no hablar. Fue dantesco.

Cómo será la situación que, para Mel, el mejor central es Moussa. Y está lesionado. Por no hablar del exceso de centrocampistas con abundancia de aparejadores y ausencia de obreros. Y, por supuesto, sin extremos. Todo esto es muy complicado de rectificar en el mercado de invierno. Y aquí surge la pregunta del millón. ¿Manolo Gaspar es el director deportivo adecuado para arreglar semejante horror?

Mel no arroja la toalla

Si algo bueno tiene Pepe Mel es su hambre y valentía. No es un entrenador acomodado que venga, como se dice en el argot ‘a llevárselo muerto’. Cada equipo que dirige es un reto. Y este Málaga lo es. Pero se ha encontrado con un espanto, se mire como se mire, que ha asumido como suyo. Pero, y esto es lo importante, no solo no arroja la toalla. Al contrario. Piensa que lo va a sacar adelante. Ha hecho debutar a cuatro jugadores filiales (Murillo, Moussa, Cristian y Fomba) porque lo que hay, traído a golpe de talonario institucional no da el nivel.

Realidad institucional

En pleno caos la figura del administrador judicial, José María Muñoz, empieza a ser también cuestionada por la afición que ya ha bajado el pulgar a Manolo Gaspar. El asunto es que el Málaga está intervenido por orden de la magistrada María Ángeles Ruiz a quien Muñoz rinde cuentas cada tres meses. No es un presidente al uso para tomar decisiones deportivas sino que ha sido designado para salvar una empresa en peligro de desaparición. Si decidiera dimitir o fuera cesado de sus funciones vendría en su lugar otro administrador judicial. Si Muñoz decidiera destituir al director deportivo, debería consensuarlo con la jueza desde un punto de vista de viabilidad económica. Esta es la realidad institucional del Málaga.

Pepe Mel con Manolo Gaspar el día de la presentación del entrenador.
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Pepe Mel con Manolo Gaspar el día de la presentación del entrenador.Mariano Pozo

Admitiendo que el Málaga recupera lesionados y que mejora conceptos y mecanismos debemos asumir una realidad aterradora. Es rotundo colista. Hace un año que no remonta en casa y cuatro que no lo hace fuera de su casa y para el partido contra el Sporting pierde a Esteban Burgos, expulsado en Cartagena. Es un despropósito se mire por donde se mire. El proyecto perpetrado por Manolo Gaspar y Pablo Guede puede, en efecto acabar en Primera… En Primera Federación.