El Lugo toca fondo
Cada jornada la desventaja con los puestos de salvación ha ido creciendo hasta un punto en el que la permanencia ya es algo que se ve como inalcanzable.
Seguramente todos conocemos de una u otra forma la llamada “Ley de Murphy”. Esta es una frase pesimista que indica que “toda situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar”. Fue acuñada en 1949 por Edward A. Murphy, y en el caso del CD Lugo está de plena vigencia. Y es que la caída libre en la que ha entrado el club no resiste ningún tipo de análisis. Por si fuera poca la desgracia en la que ha caído el club, tras el empate contra el Zaragoza ya no solo se ocupa plaza de descenso, sino que se hace desde el farolillo rojo de la clasificación por la diferencia de goles particular adversa con el Ibiza.
La llegada de Joan Carrillo como entrenador tampoco ha sido una solución. El técnico aún no ha logrado una victoria como albivermello, y la distancia con la permanencia no ha dejado de crecer. En su descargo se puede oponer que le ha tocado la parte del calendario más complicada, con partidos ante los equipos que ocupan la parte alta de la clasificación, pero otros ante rivales por la salvación como Ibiza o Zaragoza tampoco se han saldado con victoria, por lo que su destitución ya sobrevuela la zona noble del Anxo Carro.
De todos modos, parece poco probable que un eventual cambio de entrenador obre el milagro de la permanencia. Con 12 puntos de desventaja a falta de otras tantas jornadas, para siquiera soñar con la permanencia el Lugo tendría que hacer en este tramo más puntos de los que ha hecho en las 30 jornadas disputadas, una entelequia. Unos números que dejan claro que la temporada ha sido catastrófica y que solo puede terminar de una forma.