El Leganés, torrente de impotencia
Ante el Lugo remató 21 veces, récord en lo que llevamos de temporada, pero sin ver puerta. Sólo suma un gol en tres partidos. La falta de tino, problema recurrente.
El Leganés se ha convertido en un torrente de impotencia, incapaz de convertir en gol el buen puñado de ocasiones de las que ha gozado en este arranque de temporada. Esa incapacidad para ver puerta es uno de los motivos que explica que los de Imanol Idiakez hayan iniciado perdiendo las tres primeras jornadas, algo que jamás le había sucedido en Segunda División. Ante el Lugo, por poner un ejemplo, los blanquiazules generaron 21 remates de los que siete fueron entre palos. Aún así, ninguno acabó en gol. El equipo blanquiazul también ejecutó 17 córners, récord de lo que llevamos de curso y sólo un córner por debajo del récord de la pasada temporada.
El Leganés, en estas tres primeras jornadas, sólo ha hecho un tanto. Lo marcó Naim al Alavés en la jornada inaugural. Ese día Omeruo también vio puerta, pero su testarazo fue invalidado por fuera de juego. Una escasa capacidad anotadora que genera preocupación al sur de la capital, donde se busca un ‘9′ para lo que resta de mercado. También un extremo con llegada. Aún así, y pese a que se manejan nombres como Carrillo, en el Leganés ya saben que no llegará ningún ‘killer’ que vaya a solventar el problema de la noche a la mañana. Hace falta trabajar con el potencial ofensivo existente.
Bombardeo sin éxito
Los 21 remates de este sábado en el Anxo Carro representan, de lo jugado hasta ese partido, el registro más alto de lo que llevamos en temporada en Segunda División sólo superado por el Tenerife – Lugo, duelo en el que los canarios remataron 23 veces (8 entre palos) precisamente al mismo rival que tuvo en esta jornada el Leganés. La diferencia es que aquel partido terminó con empate a uno, mientras que el de los pepineros terminó en derrota, con Óscar Whalley y sus siete paradas como héroe de la tarde.
En el lado opuesto se situaron José Arnáiz y Naim García, estandartes de la impotencia blanquiazul al ver como su constante bombardeo terminó en la nada. El primero remató cinco veces (tres entre palos) y no consiguió ver puerta pese a que algunas de esas ocasiones fueron especialmente claras. Naim remató siete veces (récord en lo que llevamos temporada en Segunda) pero ninguna de esas oportunidades fue entre palos (también récord negativo en Segunda).
“Es que no puedo reprochar nada al equipo. Esto es fútbol. Esto pasa. Un equipo que domina, que tiene más el balón que el rival, que tira más… pues no gana. No tiene acierto. Y el rival, con una, gana partidos. Si repetimos este partido muchas veces, iremos para arriba…”, defendió Imanol Idiakez a los suyos tras el encuentro, sabedor de que de la efectividad pepinera dependerá, en buena parte la recuperación de la situación actual en la que han iniciado temporada los blanquiazules.