El Leganés se queda sin puntería y aviva la urgencia de fichar un ‘9’
Los pepineros fueron el segundo equipo que más tiró (12 remates), pero sólo logró un tanto. El peso ofensivo, de los extremos. La prioridad del mercado es atar un ariete.
El Leganés sondea el mercado escaso de gasolina financiera. Su límite salarial (salvo que se produzca una salida por alta cantidad) le permite tener apenas un millón de euros para lo que queda. Tres son los objetivos: delantero, extremo y medio centro, aunque de las tres, destacan especialmente las dos primeras y, de ellas, la del ‘9′. El Leganés necesita fichar gol por ausencia de efectivos (sólo Qasmi es ariete puro frente a un Juan Muñoz reconvertido) y falta de puntería.
Los pepineros fueron, de la primera jornada, el segundo equipo que más remató en la categoría. En total, 12 intentos, sólo por detrás del Cartagena, con 17 remates. Sucede que mientras los cartageneros sí lograron hacer dos goles, el Leganés sólo marcó uno de los dos remates que logró hacer entre palos. Los otros diez remates blanquiazules se fueron lejos de la meta del Alavés, primer rival pepinero en esta campaña.
El protagonismo, repartido
Además, los remates del Leganés fueron cosa de jugadores alejados del área. Naim (cuatro remates, uno entre palos) y Arnáiz (tres remates, uno entre palos) fueron los únicos jugadores blanquiazules que lograron encontrar portería. Gaku Shibasaki también probó fortuna en tres ocasiones, pero ninguno de sus remates acabó buscando la meta de Siviera. Rubén Pardo, con dos remates, ambos también alejado de los palos, fue el otro jugador blanquiazul que, en esta estadística, superó los dos remates en todo el partido.
Que estas estadísticas la lideren hombres alejados del área no es tampoco novedad dentro de un mecanismo táctico que, con los ingredientes que tiene, trata de generar situaciones de peligro no a través del ‘9′, sino de otros futbolistas que puedan rematar fuera del área. En total, de los 15 tiros (incluyendo bloqueos) que probó el Leganés, nueve fueron desde la frontal o sus alrededores. El gráfico adjunto así lo muestra. El punto amarillo es el remate del gol de Naim.
‘Aclarados’ cerca del área
Por eso los extremos juegan a pierna cambiada. Una de las intenciones de Idiakez es que el resto de compañeros genere espacios que permitan aprovechar la pegada de los hombres de banda, en este caso, Naím (zurdo en la derecha) o Arnáiz (diestro en la izquierda). Así nació, por ejemplo, el gol de Naím. El muchacho se aprovechó del espacio que le generó Miramón para enganchar el remate del 1-1. Arnáiz también gozó de un par de ocasiones similares.
En este modelo, el rol del ‘9′ en ocasiones es más la de generar espacios y combinar con el resto de sus compañeros, que intentar ser él quien cace balones dentro del área. El mapa de calor de Juan Muñoz, ariete en este partido, muestra como su presencia en el área fue escasa frente a su intervención en la mediapunta y medular. Ésta es una de las razones por las que Idiakez elige también a Juan como referencia, por ser “un jugador que viene a enganchar muy bien, que desde ahí es capaz de pasar y hacer goles…”, explicó el entrenador a AS durante la pretemporada.
Qasmi y Manu, sin fortuna
Con todo y con eso, que el Leganés juegue a una cosa en determinados partidos no quita que tanto el entrenador, como la dirección deportiva, admitan que necesitan un ariete que sepa capaz de desatascar partidos. Los otros dos delanteros centro con los que cuenta ahora mismo Idiakez, no han demostrado tener pegada suficiente como para cumplir con ese rol. Qasmi (ningún remate en los 24 minutos que jugó) y Manu Garrido (un tiro en los siete minutos que disputó) están por ahora fuera de los parámetros que de ellos se espera. De ahí que el Leganés busque un ‘9′ como prioridad para su proyecto.