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ESPANYOL

El latido más valioso del Espanyol

Miguel Guardia, jugador de 15 años de la escuela perica en Granada, sufrió una triple parada cardiorrespiratoria hace mes y medio pero salvó su vida y ahora recibe el homenaje del club.

Miguel Guardia, jugador de la Escuela de Granada del Espanyol que sufrió una parada cardiorrespiratoria.
RCDE

Por encima del fútbol, de las victorias, empates o derrotas sobre el césped, está la vida. Lo sabe el Espanyol, especialmente sensibilizado en asuntos de salud cardíaca por la trágica pérdida de su eterno capitán, Dani Jarque. Y lo saben ahora en la Escuela de Granada, un centro de tecnificación que el club gestiona en la localidad de Albolote y que desde 2017 ha pasado de 34 alumnos a contar con cerca de 600 licencias. Uno de ellos es Miguel Guardia, quien a sus 15 años muestra cuál es el auténtico latido de los pericos.

Estaba disputando un partido de la Primera Andaluza cadete ante el Real Jaén, el pasado 28 de enero, cuando el joven Miguel se sintió indispuesto. Sufría la primera de las tres paradas cardiorrespiratorias que pronosticaban un fatal desenlace de no ser por la veloz intervención del árbitro de aquel partido, José Carlos Urquiza Gutiérrez, del personal de ambos equipos y, naturalmente, de los servicios médicos. Rápidamente ingresado en un hospital, se le tuvo que aplicar un coma inducido por la gravedad de los hechos, hasta que paulatinamente se fue recuperando. Hoy se encuentra ya en su casa e incluso ha empezado a entrenarse, si bien la prioridad es su salud, como es lógico, y no tanto el fútbol.

Eloy Pérez y Joan Capdevila entregan a Miguel Guardia la camiseta firmada por la plantilla.
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Eloy Pérez y Joan Capdevila entregan a Miguel Guardia la camiseta firmada por la plantilla.RCDE

Aun así, Miguel ha vuelto al estadio municipal Antonio Rerre a lo grande. El pasado sábado, coincidiendo con el encuentro entre sus compañeros y el Marbella FC, sirvió el saque de honor ante la ovación del público. Y no sólo eso. Desde Barcelona acudieron expresamente todo un campeón del mundo como Joan Capdevila y otro símbolo perico, el director de la Ciudad Deportiva, Eloy Pérez. “Estamos aquí para apoyarle a él y a su familia. Pusimos todos los recursos que tenemos al alcance para que tuviera una buena recuperación”, esgrimió Capdevila. “La escuela de Granada va a ser un ejemplo toda la vida”, añadió Eloy.

El Espanyol, en efecto, ha ido acompañando la recuperación de Miguel durante este mes y medio que comenzó con el mayor de los sustos y que culmina con la celebración de la vida. Algunos jugadores del primer equipo le fueron enviando mensajes, y ahora todos juntos le han firmado una camiseta dedicada con su nombre, que le entregaron los ilustres emisarios del club. Ése es el auténtico latido de la entidad blanquiazul: cuidar de los suyos.

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