El complicado laberinto económico de Segunda para poder fichar
Los clubes de Segunda tienen una reglas muy restrictivas y no pueden fichar a grandes estrellas por sueldos bajos ni aumentar los salarios de sus jugadores más de un 25%.
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Si los fichajes ya son complejos de por sí, en Segunda lo es todavía más por el control económico. LaLiga SmartBank cuenta con reglas aún más restrictivas de las que ya hay en Primera para acudir al mercado. Y estas están por petición de los propios clubes ante la pillería de algunos otros. Ese es el caso del sueldo mínimo por el que se deben firmar ciertos traspasos.
Los equipos de Segunda parten de que deben cumplir el mismo control económico que los de Primera. Es decir, también les afecta la acotación de las palancas (solo se pueden vender activos de un club si solo suponen el 5% de sus cifras de negocios), la regla del 40% si están excedidos en su límite (pueden gastar el 40% de lo ahorrado), las cesiones con opción de compra obligatoria también se les considera un traspaso… Pero además de esas tienen otras reglas específicas que les obliga a hacer más malabares con sus presupuestos.
Límite a las subidas de salarios
Una de esas reglas ha sido retocada en el mes de noviembre y tiene que ver en la reducción del aumento de sueldo de un futbolista entre una temporada y otra. Antes, a los clubes de Segunda se les permitía subir la nómina de un jugador un 30% (si cobraba 400.000€, a la siguiente elevar su ficha hasta los 520.000€). Ahora bien, esta norma se ha modificado y se ha reducido a un 25%. Es decir, ese mismo futbolista que cobraba 400.000€ solo podría pasar a cobrar 500.000€ la temporada siguiente. Esta regla del 25% es exclusiva de Segunda, pero también se va a aplicar a los equipos de Primera División que tengan su límite salarial excedido.
Continuando con las especificidades de Segunda, esta norma del 25% todavía tiene más recovecos. LaLiga tiene estipulado cómo reconducir a los clubes que se la salten. Es decir, un club puede aumentar el sueldo de un jugador más de un 25% entre temporada y temporada. Aunque tendrá consecuencias. Lo primero es saber por qué un club intentaría saltarse esta norma: básicamente porque si este año tiene problemas económicos, le pide al jugador cobrar menos la primera temporada (100) y más la segunda (200) y tercera (300), haciendo una previsión de que en el futuro estarán mejor. Pero esto al final es posponer el problema en vez de afrontarlo y apretarse el cinturón. Por ello, LaLiga ‘castiga’ el límite salarial de dicho equipo que sube el sueldo más de un 25% recalculándolo a como debería ser. Es decir, si un jugador cobra en sus tres temporadas firmadas 100-200-300, de cara al tope salarial se le computa como 157-197-246. Lo que es un problema para el club, porque si tuviera un límite de 500, en vez de quedarle 400, le quedarían solo 343 para pagar al resto de futbolistas.
Ahora bien, no todo es restrictivo en esta norma, también existe un balón de oxígeno para proteger a los jóvenes talentos en la categoría de plata y a los canteranos. El control económico permite pasar del 25% a un 40% para aquellos jugadores que hayan tenido contrato con dicho club al menos las tres últimas temporadas completas y tengan una edad inferior a los 23 años. Es decir, si el Sporting tiene un canterano que cumpla con esas premisas y tiene un sueldo de 400.000€, se le puede subir la ficha hasta los 560.000€.
Fichajes que no se cree el control económico
Los clubes de Segunda hace unos años se pusieron en pie de guerra entre ellos porque afirmaban que había clubes que estaban jugando sucio. Se firmaba a buenos jugadores por el salario mínimo o por menos de lo que le ofrecía algún otro equipo de la misma categoría, pero porque luego se le pagaba otra parte en negro. Para evitar las trampas, se creó uno norma que estipulaba que cualquier jugador debía firmar como mínimo por el 50% del sueldo que estaba ganando en su equipo anterior. Es decir, si Asensio o Saúl quisieran jugar en Segunda por amor al arte la próxima temporada, no podrían hacerlo. En caso de que no se pueda saber cuánto ganaba un jugador en su equipo anterior, LaLiga tiene un plan b. Se le computará como que su sueldo es entre seis y ocho veces más el salario mínimo en Segunda. Que está en 77.500 euros. Lo que supone que se le calcularía entre 465.000 y 620.000. Pocas opciones de engañar al control económico.
Existen excepciones a esta norma. Regatean atenerse al 50% los jugadores más veteranos. Desde la temporada 20-21 hasta la 22-23 (la presente) se ha establecido que no debían atenerse a ella los jugadores de campo mayores de 32 años y los porteros a partir de 34. A partir de la próxima temporada se pasará a 36 y 38 respectivamente. Entonces, ¿Ander Herrera que tiene 33 años podría jugar por el salario mínimo en el Zaragoza? ¿Y Pìqué (35 años) en el Andorra? ¿O Cazorla (38) en el Oviedo? Pues no es tan fácil, porque a esta excepción de la edad hay que añadirle un ingrediente más. Que se lo crea el Órgano de Validación del control económico. En un comité se analizará la situación del jugador en cuestión teniendo en cuenta parámetros como la edad de este, su valoración en el mercado actual, si sigue siendo internacional, los títulos nacionales e internacionales en los últimos años, el número de partidos jugados los últimos años.... Y en el caso de Ander y Piqué, ambos han ganado títulos los últimos años, han jugado muchos partidos las últimas temporadas y tienen un gran cartel en el mercado. Lo que hace poco creíble que fueran a cobrar el mínimo, aunque sea cierto ni haya trampa detrás.
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