El Jaén desnuda al Granada

El Granada continúa sin ganar. No pudo tampoco sumar la primera victoria de la temporada ni siquiera en un amistoso. El Real Jaén, de Segunda RFEF, sacó los colores a los nazaríes en un encuentro que debería haber servido para ganar confianza y al final ha generado aún más dudas, si ya no las había. Una derrota dolorosa y preocupante.

Salió Pacheta con un once muy alternativo, con los canteranos Gael Joel y Cortés de inicio más los habituales Pere Haro y Rodelas. Era el momento de ver a los Gagnidze, Alcaraz u Hormigo. Pero los rojiblancos (de gris estrenando la tercera equipación) no dieron la talla ante un Jaén impetuoso y con las  ideas claras. A pesar de ello, el inicio no fue malo.

Con Gagnizde organizando y los nazaríes mandando con el balón, moviéndolo y buscando los espacios. De hecho, Hormigo marcó, aunque fue anulado por un claro fuera de juego. Lo intentó también Arnáiz, que se encontró con el guardameta jiennense. Pero todo se fue al traste por la lesión del georgiano. Se dolió durante los primeros minutos y fue atendido, en el cooling break fue sustituido por Pablo Sáenz. Entonces el Jaén creció. Logró hacerse con el balón, sin el georgiano ya en el campo, y tuvo sendas ocasiones de Sergio Rivera que sacó Luca, titular.

Salió mejor el Granada en la segunda mitad con ocasiones de Samu Cortés y Pablo Sáenz, que entró por Gagnidze. El Jaén despertó y pasada la hora de juego trenzó una gran jugada en la que Martos acabó asistiendo a Manu López para que subiera el primero al marcador con Astralaga bajo palos. Otra vez, el Granada no era capaz de ser sólido atrás, con espacios y llegando tarde. Tocaba remontar.

Pero nada más lejos. Porque en un contragolpe, Martos puso el segundo en el marcador. Sólo quedaba reaccionar y Pacheta, consciente de que otra derrota podía doler en el orgullo de los suyos, sacó a Fayé, Sergio Ruiz y Pascual para revolucionar el partido. Logró meterse en el partido, en parte por la parada de Astralaga en un mano a mano con Manu López. Era un sí pero no, porque Lozano también pudo poner el tercero de no ser otra vez por Astralaga.

Entonces, el Granada con corazón se fue a por el gol. Tenía que irse con buenas sensaciones y Fayé, en un centro de Casadesús, recortó distancias y marcó su primer gol con la horizontal rojiblanca. Y en el minuto 87, Pascual remató a gol un centro de Sergio Ruiz en un balón parado. El Granada volvía a sonreír, al menos había reacción. Pero no. Porque en el descuento, el Jaén volvió a tocar y encontrar los espacios para que Serrano centrase y encontrase a Martos, totalmente sólo, que controló y puso el definitivo 3-2.

Una derrota que no vale puntos, pero sí confianza. El Jaén se llevó su trofeo en un gran partido y volvió a dejar al descubierto las carencias de un Granada que se desangra en atrás. Otros tres goles encajados y muchas facilidades dadas a un equipo dos categorías por debajo. Y apenas hay cuatro días toca visitar El Plantío.

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