El Huesca vuelve a mirar al abismo 660 días después
El equipo azulgrana se mete en la zona de descenso tras haber sumado sólo cinco puntos de los últimos 27 posibles. Bolo no pudo mejorar las sensaciones que dejó Guilló.
La derrota en el derbi aragonés devuelve al Huesca a puestos de descenso 660 días después. La última vez que el conjunto oscense ocupó esa zona maldita fue en febrero de 2024, en la jornada 24, tras empatar ante el Villarreal B. Entonces, con una plantilla exhausta y un entorno crispado, el equipo se asomó al precipicio… pero salió. Ahora, la historia amenaza con repetirse. Aquel año, Hidalgo asumió un vestuario tocado y un contexto muy complejo. El equipo llegó a estar a cinco puntos de la salvación, con una producción ofensiva mínima y una afición resignada. El técnico catalán reconstruyó primero la defensa que había dejado Ziganda —sólida, reconocible, competitiva— y, cuando el equipo dejó de sangrar atrás, empezó a sumar herramientas en ataque, sobre todo el balón parado. A aquel Huesca le costó, pero acabó salvándose.
Bolo se estrena metiendo al equipo en descenso. La herencia de Guilló ha sido la de recoger a un equipo en caída libre y el técnico vasco no supo frenarlo en Zaragoza. El proyecto de esta temporada fue concebido para mirar hacia arriba, no para luchar contra el pánico. Bolo apostó por la experiencia para intentar amarrar el pulso emocional: Dani Jiménez, Pulido, Sielva, Portillo y Sergi Enrich formaron el armazón veterano de un once que debía sostener al equipo. No fue suficiente. Tras el parido hubo dos consignas: “Trabajo”, dijo Bolo; “unidad”, pidió el capitán Jorge Pulido. Ambos saben lo que es atravesar tormentas en el fútbol, pero ahora deben demostrar que pueden hacerlo en el Huesca. El siguiente rival es el Sporting de Gijón, un equipo incómodo que visitará El Alcoraz el próximo domingo.
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El Huesca está históricamente acostumbrado a moverse en la zona de descenso y su afición deberá lidiar una vez más con esos desagradables puestos. La derrota en el derbi fue un mazazo para los azulgranas, que tendrán por delante cuatro entrenamientos para preparar el próximo choque. La dinámica de los altoaragoneses es la peor de toda la Segunda División tras haber sumado sólo cinco puntos de 27 posibles. Unos números que intentará cambiar Bolo en su segunda semana al frente del Huesca y que tendrá como objetivo sacar a los suyos del descenso.
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