El Huesca quiere que siga Obeng

Samuel Obeng es el fichaje de la temporada para el Huesca. El delantero llegó cedido por el Real Oviedo el pasado mes de enero tras no ser importante para Cervera y en El Alcoraz ha encontrado su habitat ideal. Su maestro, Cuco Ziganda, sabe lo que puede exigirle y el futbolista azuzado por el amor incondicional que le está ofreciendo el público oscense lo da todo, incluidos cuatro goles. El punta de Ghana no se ahorra un esfuerzo y en cada carrera o en cada presión ayuda a sus compañeros con su inquebrantable fe y en el club oscense esperan prolongar su estancia en tierras altoaragonesas.

Obeng tiene un año más de contrato con el Oviedo y los asturianos intentarán sacar tajada de un posible traspaso. En enero lograron que el Huesca pagara en torno a 100.000 euros, pero en el acuerdo no había opción de compra a favor de los oscenses. Las cuentas del Huesca están tiesas y todo el dinero que pasó tras los dos ascensos a Primera se quedaron en las obras de El Alcoraz y en la construcción de la Base Aragonesa de Fútbol (la ciudad deportiva). Si no hay cambios en el accionariado, el club está llamado a vivir tiempos de escasez. Sin embargo, la excelente relación entre Ziganda y Obeng abre las puertas de la esperanza del aficionado.

Obeng se ha criado con Ziganda durante los tres años del técnico navarro en el Carlos Tartiere. El delantero pasó de ser jugador del filial a consagrarse en el primer equipo, gracias al preparador de Larrainzar. El delantero fue creciendo a lo largo de los últimos años, pero en Huesca se siente por primera vez reconocido como un jugador estrella y no un complemento, como fue en el Real Oviedo a la sombra de Borja Bastón y este curso de Sergi Enrich. El Huesca le promete la continuidad del entrenador, papel de jugador estandarte y una afición que quiere que continúe para poder seguir ovacionándolo semana tras semana.