El Granada vive un déjà vu
El conjunto nazarí empató en Elche otra vez concediendo dos goles. Es el equipo con más goles encajados de la categoría.
¿Quién no ha vivido una situación en la que ha tenido la sensación de que ya había pasado antes? Es como estar reviviendo algo que ya ha pasado antes. Eso está pasando en Granada. Porque el conjunto nazarí vive un déjà vu, como si ese mal endémico que el año pasado le convirtió en el equipo con más goles encajados de la categoría no se hubiera subsanado.
Esta temporada, en ciertos sentidos, recuerda mucho a la nefasta campaña anterior. Entonces, con el equipo en Primera y la misma zaga que había conseguido el ascenso, había una sangría en la portería nazarí. Los goles caían sin remedio. Ni Raúl Fernández, ni André Ferreira, ni más tarde Batalla o Marc Martínez, ni la llegada de los centrales Piatkowski y Bruno Méndez, ni la adquisición de un pivote defensivo como Martín Hongla. Nada evitó que el Granada acabase colista con 79 goles encajados, cerca de los 82 que recibió en la peor temporada de la historia del club en Primera (2016-17).
Con el descenso, el Granada empezaba una nueva temporada con ilusiones renovadas. El ascenso es el gran objetivo y para ello se fichó a tres centrales (Loic Williams, Insua y Manu Lama) se trajo a un portero nuevo, Luca Zidane y más tarde a Diego Mariño para acompañar a Marc Martínez en la portería, se buscó recambio para los laterales con el canterano Brau y el cedido Rubén Sánchez. Y se mantuvo a la vieja guardia, a los que lograron el ascenso dos temporadas antes: Ricard, Ignasi Miquel, Miguel Rubio y Carlos Neva. Pero en la ciudad de la Alhambra, a pesar de tanto cambio, se sigue teniendo la misma sensación de fragilidad y falta de solidez atrás que hace un año, incluso dos.
Porque aunque el ascenso se fraguó como campeón y con Raúl Fernández como Zamora, fueron 30 tantos encajados y muchas dudas en tramos de la temporada. En este curso, las cosas no han empezado mejor. El Granada ya ha visto como le han perforado la portería en ocho ocasiones en sólo cinco partidos. Ocho tantos para convertirse en el equipo con más goles encajados de la categoría junto a Elche, Cádiz y Cartagena.
Ese mal endémico que ya lleva arrastrando el conjunto rojiblanco desde hace una temporada y media tiene los mismos protagonistas, la misma zaga prácticamente. Ricard fue un fijo en la dos temporadas anteriores y en esta ha sido titular los cinco partidos, igual que Carlos Neva en el otro lateral. Menos minutos tuvo Miguel Rubio en Primera por una lesión de tobillo. El madrileño, uno de los pilares del ascenso, es el jugador con más minutos de Guille Abascal, aunque la pasada campaña sólo jugó 19 partidos. El líder de la defensa ha sido Ignasi Miquel, que por experiencia es el que tira del equipo. Intocable el pasado curso, en este ha sido titular los dos últimos partidos. Es decir, que de la defensa que encajó 79 tantos el año pasado, todos son titulares.
Se han fichado a tres centrales. Insua empezó como intocable en los primeros tres partidos, pero después de la derrota contra el Huesca en Los Cármenes, en la que se encajaron tres goles, desapareció del once inicial. Entró Loic Williams en los últimos dos encuentros, ahora jugando con defensa de tres centrales. A Manu Lama, el último en llegar, aún no le hemos visto porque no ha debutado, así como el canterano Oscar Nassei, que dejó buenas sensaciones en pretemporada.
Mientras, en los laterales no ha discusión. Ya sea con defensa de cinco o de cuatro, Ricard y Neva han sido titulares en los cinco encuentros. Brau aún no ha tenido ni un solo minuto, mientras que Rubén Sánchez salió en tres encuentros para jugar un total de 37 minutos y de ellos 18 los jugó como extremo izquierdo.
La esperanza
Esto no es como empieza, sino como termina. A eso se quiere agarrar el Granada para soñar con un ascenso casi obligado. Porque no es la primera vez que el Granada empieza la temporada en Segunda mal. En los últimos 40 años (desde los años 80) esta el su segunda peor clasificación en Segunda tras cinco partidos disputados. En la temporada 2017-18 estaba en el 18º lugar. Eso sí, con menos goles encajados, siete, los mismos marcados, seis y un punto menos que ahora, con cuatro. A final de la campaña, el equipo acabó décimo, sin pena ni gloria.
El Granada está ahora mismo 16º en la clasificación, como en la temporada 2010-11 y en la 1984-85. En ambas ocasiones con menos puntos que ahora cuatro en la 2010-11 y tres en la 84-85. En ambas ocasiones no superaban los goles encajados, porque había encajado respectivamente ocho (como ahora) y seis. La buena noticia es que en la 2010-11 acabó metiéndose en el playoff de ascenso, peor le fue en los ochenta, que descendió a la entonces Segunda B. Mejor clasificado estaba en la temporada 1980-81, en el puesto 14º con sólo cinco goles encajados cuatro puntos, pero esa temporada también acabó bajando.
En mejor posición iba en la jornada quinta de la temporada 2022-23, cuando el equipo ascendió. Entonces, cinco goles en contra, nueve puntos y en la sexta posición, acabó siendo campeón en la que es su mejor posición histórica. Peor le fue en la temporada 1983-84 que a estas alturas estaba quinto con sólo cinco goles encajados y acabó octavo. Aunque para debacle la de la temporada 1987-88. Era cuarto con siete puntos y sólo tres goles encajados y acabó en la 18º posición y descendido. Su mejor clasificación a estas alturas fue en el ascenso con Diego Martínez en el banquillo que iba tercer con once puntos y sólo dos goles en contra. Acabó subcampeón.
Eso sí, en todos estos años, ocho temporadas en total, sólo en una ocasión alcanzó los ocho goles encajados, en la 2010-11. En el resto, no llegó a estas alturas con tantos goles en su portería. Un mal endémico que viene de mucho atrás y al que, aún, no se le ha puesto remedio…
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