El Granada, sin gasolina en los tramos finales

El Granada llega justo al tramo final de los partidos. Los rojiblancos no logran ser determinantes en los últimos quince minutos de cada tiempo, pero es que tampoco consiguen cerrar la portería. Sólo han anotado dos goles en los últimos cuartos de hora de cada mitad, en cambio, han encajado hasta siete goles en esos periodos.

Pacheta pide mucha intensidad y presión. La única forma de competir. Y los inicios del Granada son fulgurantes. Diez goles en la primera media hora de partido, ocho en la media hora de después del descanso. En total, 18 de los 20 goles anotados han llegado en las primeras medias horas. Es más, los mejores minutos anotadores de los rojiblancos son del minuto 15 al 30 de cada parte donde ha conseguido doce de sus tantos.

Pero lo que llama la atención es su falta de puntería en los tramos finales. Quizá el cansancio después de mucho esfuerzo limite la precisión de los granadinos, no sólo en el tiro, también en los pases finales. Porque, hasta el partido frente al Zaragoza no había conseguido ningún gol en los últimos quince minutos de cada mitad. Frente al conjunto aragonés marcó en el minuto 37 para culminar la remontada por medio de Pascual y sentenció en el minuto 93 con el gol de Arnáiz.

Por contra, son siete los goles que ha encajado en esos minutos finales de los 22 goles anotados, es decir, casi el 32 por ciento de los goles. Cuatro han llegado en el tramo final de la primera parte, un momento clave en lo anímico antes de ir al descanso. Ante el Depor, Soriano marcó en el minuto 43, contra la Real Sociedad B fue Carrera el que anotó en el minuto 43, Diego logró en el minuto 36 el primer gol del Leganés y la pasada jornada el Ceuta empató en el minuto 40 por medio de Cristian.

Otros tres goles más han llegado en los últimos 15 minutos de partido. Marcó Escudero la sentencia del Depor en el minuto 91; el Mirandés se llevó los tres puntos de Los Cármenes con un gol en el minuto 85 y Chuki, de penalti, le dio la victoria al Valladolid en el minuto 88. Dos de esos tres goles costaron, además, dos puntos de sendos empates que parecían casi atados.

Unos tramos finales en los que el Granada todavía no consigue mantener su mejor versión. El esfuerzo titánico durante la primera media hora parece que les pasa factura. La gasolina, entonces, escasea.

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