El gol que empezó a guisarse en El Alcoraz
Marc Cardona empató y liberó una tensión acumulada. En las últimas dos ocasiones que el rival se adelantó, Huesca y Burgos, los amarillos no consiguieron igualar el tanto rival.
Si el de Marc Cardona no fue el gol más cantado del curso en Gran Canaria, es porque se quedó a un decibelio del de Viera ante el Cartagena. Y es que el escenario de un punto de diferencia puede parecer poco o un mundo, el que hay tras encajar tres derrotas en cuatro partidos o salir invicto ante el Eibar y el Levante, en mitad de un bache de resultados.
Desde su gol ante el Alavés, el 3 de septiembre, Cardona no había visto puerta. No se trataba de una crisis de rendimiento, sino más bien física. El 1 de octubre en Anduva, en mitad de la efervescencia amarilla, un pase al espacio, un esprint, un tirón y parón de tres semanas. Desde entonces solo un partido ha completado, el fatídico encuentro ante el Huesca donde conoció la derrota por primera vez.
Y es que de ese partido a esta parte, Las Palmas ha encajado un gol en cada encuentro. Una anomalía en la temporada de la U.D. Una normalidad en fútbol. Así que, rota la fortaleza defensiva sobre la que había construido su pedestal en Segunda, la importancia de recuperar el golpe de puño en el ataque resulta crítica. Ante el Huesca y el Burgos, los amarillos fueron incapaz derribar el muro que le plantearon sus rivales a pesar de los intentos.
Salir del Ciutat de València con un 1-0, suponía tres encuentros de forma casi consecutiva en los que fue incapaz de devolver el gol encajado. Pero un centro de Marvin Park, uno de los revolucionarios del encuentro, encontró la cabeza de Marc Cardona y esta la portería, lo que significó el más saboreado de todo el año. Porque quizá tiene el sabor de un gol que se empezó a guisar ante el Huesca y el Burgos.
Aunque es cierto que el tanto del empate del delantero catalán pudo llegar antes. Curbelo le entregó un fantástico pase con el exterior que sorteó mediocampo y defensa y lo dejaba ante Cárdenas, quien despejó para evitar un merecido gol.
Ahora la mirada y los pensamientos se centran en consolidar las recuperaciones de Marc Cardona y Andone en la posición que parecía más cubierta de la plantilla con tres efectivos para un puesto pero que se han ido solapando lesiones. “Si la semana que viene cuento con el beneplácito del servicio médico, para que alguno pueda jugar más minutos”, el deseo del técnico quien nunca ha querido correr antes que caminar.