El fútbol profesional y otro nuevo Mirandés regresan a La Rosaleda
El Mirandés mide la euforia social de un Málaga que regresa al fútbol profesional 15 meses después. Álex Calvo, fichado por los jabatos, debutará en la que fue su casa. La Rosaleda se puede llenar.
El fútbol profesional regresa a La Rosaleda 15 meses después de aquel desesperante 27-5-2023 contra el Ibiza (sigue el partido de hoy en directo en As.com). Ese día 11.892 enfadadísimos aficionados soportaron con epicúreo estoicismo la autodestrucción del Málaga hacia el infierno de la Primera RFEF. Con los blanquiazules Álex Calvo, que fue el único que se salvó de la catástrofe. Poco después fue traspasado al Andorra por 850.00O euros más objetivos. Ahora regresa como jugador del Mirandés.
Y llega el Mirandés, un equipo que es un consumado maestro en revolucionar sus plantillas y fichaje a última hora. Y casi siempre le sale bien. La semana pasada, con solo 12 profesionales, fue capaz de doblegar a un Córdoba que dominó. Fue sostenido por las paradas de Raúl Fernández, ‘ex’ del Granada. Los citados 12 han pasado esta semana a 17.
El año en el mundo del bronce ha servido para que el Málaga haya podido reparar los plomos fundidos y no solo recobrar, sino aumentar el fervor de su afición contra todo pronóstico. Tal es así que ha batido su récord de abonados, 26.550 y se espera que el estadio tenga una entrada sensacional cercana a los 30.000. Málaga, que vive los últimos días de su emblemática Feria está loca por su equipo con un fervor casi sin precedentes.
Sergio Pellicer es el autor de una frase para reflexionar: “El optimismo relaja y el pesimismo contagia”. El técnico no quiere que esta efervescencia de felicidad aleje a sus jugadores de que lo pasado, pasado está. Solo han transcurrido dos meses y dos días del heroico gol de Antoñito Cordero en Tarragona que valió por un ascenso. Y esto es otra historia. Aquello puede neutralizarse si las cosas se hacen mal.
Tras la incorporación de Sergio Castel, que llegó libre del Anothosis de Chipre, son cinco las caras nuevas que complementan a la plantilla de la temporada pasada, la del regreso a la categoría de plata. De todos ellos Álex Pastor Baturina parecen asentados en el once inicial. Lobete tiene opciones de jugar desde el principio en cualquiera de las dos bandas por Kevin o Larrubia. Luisimi Sánchez se ha recuperado de sus molestias, pero parece precipitado verle en el ring, lo mismo que el citado Castel.
El preparador malaguista puede poner algo de bisturí en el trabajo defensivo para corregir los errores de concentración en las acciones a balón parado que costaron los dos goles encajados en Ferrol. Tampoco se descarta que Einar Galilea inicie como central zurdo pasando Pastor a la derecha porque Nelson Monte no se ejercitó por un traumatismo en su clavícula izquierda. Está pendiente de evolución. No estará en la lista. Todo para contrarrestar a un Mirandés tremendamente efectivo en las transiciones rápidas que hacen perder la espalda al oponente. Este es uno de los talones de Aquiles del Málaga.
Álex Calvo ante su pasado reciente
El Mirandés, por su parte, llega a tierras andaluzas con la moral alta tras sumar el primer triunfo liguero en la primera jornada. Los rojillos se presentan en Málaga con varias caras nuevas, entre las que destaca Álex Calvo. El joven extremo cordobés regresa a la que fue su casa, donde se formó como jugador, pero defendiendo otra camiseta. El destino es, a veces, caprichoso y ha querido que su debut como rojillo vaya a ser en La Rosaleda. Veremos si de inicio o Alessio Lisci prefiere tenerlo como revulsivo para la segunda parte.
El técnico italiano ha sopesado durante la semana el cambio de sistema ante la llegada de nuevas caras a la plantilla. Si ante el Córdoba apostó por una línea de cinco defensas con Hugo Rincón y Julio Alonso ejerciendo de carrileros, quizás frente al Málaga se decida por emplear su dibujo más habitual, el 1-4-2-3-1 con Tachi y Lachuer en la sala de máquinas y Reina volviendo a actuar de mediapunta por detrás de Izeta. La duda radica en los costados. Tanto Álex Calvo como Joel Roca podrían ser de la partida para dotar al cuadro jabato de una mayor verticalidad, aunque muchas veces se dice que lo que funciona es mejor no tocarlo y mucho más hasta que el engranaje no encaje de manera consistente en su totalidad.
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