El factor diferencial de Jacobo
El madrileño saca su rol protagonista con participación en las acciones de gol y actuando en varias demarcaciones
Aunque en tiempos modernos todo (o casi) ha cambiado en el fútbol, se puede decir que el dorsal número 10 sigue teniendo un factor diferencial. Y en el Córdoba, desde el curso pasado, esa responsabilidad ha recaído en Jacobo González. El madrileño aterrizó el curso pasado siendo de los pocos jugadores que tenían experiencia en el fútbol profesional y ello, probablemente, hizo que se le mirara con lupa.
Al cierre de la temporada anterior, Jacobo dejó unos grandes números. El madrileño fue el segundo máximo goleador por detrás de Antonio Casas con nueve dianas. Además, con algo que es muy valorado: todos sus tantos supusieron puntos. Y a eso sumó seis asistencias de gol. Por lo tanto, se puede decir que de los más productivos en el aspecto ofensivo.
Y esta carta de presentación hizo que Ania tuviera pocas dudas a la hora de echar mano de él en los equipos de partida de la presente temporada. Además, fue el encargado de abrir la cuenta goleadora en la pretemporada con un remate al primer tiempo en el amistoso de Pozoblanco frente al Ittihad Riadi de Tánger.
Por ello, no fue de extrañar que Ania lo colocara de partida en Gijón. Conociendo de su polivalencia, porque ya lo tuvo en el Villanovense, lo situó por la izquierda y ahí vino el primer gol de la temporada. Pero después, en función al desarrollo, de los partidos, lo fue moviendo por el centro, haciendo las veces de interior o mediapunta, y acabando por la derecha, como aconteció el viernes ante el Castellón.
De hecho, fue clave en la remontada participando con un pase medido a Albarrán en su proyección en el ataque que luego culminó Kevin Medina desde la derecha. Además, no dudó en transformar el penalti que daba la igualada. Por cierto, tiene un cuatro de cuatro en las penas máximas en las que le han asignado la ejecución desde que es futbolista del Córdoba.
Incluso hizo un gol más en Valladolid, que habría supuesto otra victoria y que habría ampliado su leyenda de jugador determinante para el Córdoba. Sin embargo, ahí apareció el VAR discutiendo una involuntaria mano de Théo Zidane y anulando el gol nacido de uno de sus golpeos con pierna derecha.
Como Carlos Marín y Fomeyem
Las estadísticas del Córdoba presentan un dato muy significativo. Pasados solamente cuatro partidos de competición, sólo dos jugadores, además de Jacobo, han completado todos los minutos oficiales. Son los casos de Carlos Marín y del central camerunés Fomeyem.
El caso de Carlos Marín se puede dar casi por lógico. La portería es una posición específica y el meta almeriense se ha ganado con Ania el estatus de la titularidad, aunque es cierto que el fichaje de Iker Álvarez, quien mañana se enfrentará a Estonia en un amistoso, garantiza mayor competencia. Aunque tampoco hay que perder de vista a Ramón Vila, cedido en el Eldense y que esta semana ha vuelto a dejar su portería a cero.
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De otro lado está el de Fomeyem. El central camerunés, procedente del Antequera de Primera Federación, se ha hecho pronto con un hueco en los planes de Ania y su puesto, momentáneamente, es innegociable para el técnico asturiano. Y prueba de ello es que ya ha formado con Alves, con Álex Martín y con Xavi Sintes.
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