El estilo no se negocia, la pelota no se cede
El Andorra es el equipo que más posesión tiene de la categoría (67%) y el equipo que más pases da
La excelente temporada del Andorra tiene un mérito enorme. Primero porque siempre es difícil para un recién ascendido asentarse en la categoría, transitar con aparente comodidad y situarse en puestos tranquilos de la tabla como ha hecho el equipo del principado. Pero segundo porque, pese a todos los fichajes que llegaron en verano, el Andorra no ha perdido su identidad. Desde que llegó Eder Sarabia el equipo tiene una idea clara de juego, un modelo, en el que dan igual las piezas que estén sobre el terreno de juego. Y lo han mantenido en Segunda.
El Andorra es, de largo, el equipo que más posesión ostenta de la categoría. De media, tiene el balón el 67% del tiempo durante los partidos. Es decir, más de dos terceras partes. El siguiente equipo, con un 64% es Las Palmas, el único que se les acerca. El tercero, y a partir de ahí ya hay muchos equipos con estadísticas similares, es el Granada con un 56%. Tener el balón es en cierto modo la mejor manera de defenderse pues sin el balón poco puede hacer el rival. Pero también hay más riesgos, como por ejemplo perderlo cerca de su propia área. En este aspecto, el equipo, es también el mejor: nadie da más pases buenos que el Andorra en campo propio.
La filosofía del equipo tiene, como último fin, ganar los partidos. Algo evidente, pero algo que se ha criticado históricamente a los equipos que han mantenido altos controles de posesión. Nada más lejos de la realidad. El Andorra es el equipo que más pases da, también, en campo contrario. En realidad, es el equipo que más combina. En su campo, en el rival y en el total.
La idea, al final, es hacer llegar el balón en las mejores condiciones posibles a los hombres desequilibrantes. Y contrariamente a lo que pueda parecer, el Andorra es un equipo que encara. Son el tercer equipo que más regates intenta (340) y el segundo que lo hace con mayor éxito (177). Unas cifras que le han llevado a ser uno de los equipos más efectivos del campeonato y que si no fuera por la mala racha de resultados que ha atravesado a final de año estaría seguro en puestos de ascenso. Un sueño al que no renuncia el Andorra, pero que sabe que será de extrema dificultad conseguir.