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El espíritu guerrero de Stanko Juric

El mediocentro aportará agresividad a la franja ancha del Real Valladolid, como reconocieron Pezzolano, Catoira y él mismo en sus primeros días en Zorrilla.

Valladolid. 23/8/2023. Presentación de Stanko Jurić como futbolista blanquivioleta. Photogenic/Miguel Ángel Santos
Photogenic/Miguel Ángel Santos

Stanko Juric todavía no ha debutado y ya despierta ilusión en no pocos aficionados del Real Valladolid. Tipo serio, rudo en apariencia, se los ganó tan pronto como dijo que al equipo le falta “un poco de dureza en el centro del campo y de intensidad para ir a las segundas acciones”. La “experiencia, agresividad, intensidad y ética de trabajo” que aseveró que viene a aportar sonaron a bastante más que un brindis al sol: con su rictus, como para no creerle, aunque sí, para eso ha firmado.

“Viene a complementar la zona de centrocampistas. Es un jugador que tiene un gran espacio de intervención y mucha capacidad física, una enorme mentalidad y una gran determinación para ayudarnos a buscar los objetivos ambiciosos que tenemos”, afirmó Domingo Catoira en la puesta de largo del croata, cuyos 189 centímetros vendrán a solidificar una parcela que contaba con un especialista defensivo como es César de la Hoz, aunque no con unas virtudes como las que a él le definen.

Así lo manifestó Paulo Pezzolano también; desveló que fue escogido por el deseo de contar “con esa agresividad y esa presencia dentro del campo”, que expone en los duelos. Ante el juego físico y robusto hacia el que llevan los partidos algunos rivales de Segunda, Juric garantiza un éxito en las disputas aéreas superior al 50%, a tenor de lo visto en el Parma, donde alcanzó el 55,65% de acierto en estas pugnas, siendo el séptimo mediocentro de la Serie B que más ganó. A ello le añade solvencia en acciones destructivas, merced a su fortaleza en el cuerpo a cuerpo.

Con todo, a esta capacidad le suma una solvencia en el pase, fundamentalmente en campo propio, nada desdeñable, tanto por la calidad de las entregas (por encima del 80% en sus dos temporadas en Italia, rozando el 90% en su propia mitad del verde) como por las escasas pérdidas que promedia (8,4 en cada uno de sus dos años en el Parma). Esto supone un valor que, sin alcanzar la cuota de creatividad de compañeros con los que compartirá parcela, es seguro en un equipo que pretende ser dominador a través del esférico como es el Real Valladolid.

A partir de todo lo anterior, Juric se convierte en un perfil un tanto atípico, dentro de lo conocido en la plantilla actual, que redunda en la necesidad encontrada con De la Hoz de que existan jugadores con este rol: con capacidad defensiva y, además, con una experiencia valiosa por sus dos años en la también competitiva segunda categoría del fútbol italiano, en la que sumó 66 apariciones antes de trasladarse a Zorrilla. Tres goles y dos asistencias adornan su tarjeta de presentación, un tanto escasa, de no ser por aquello que se le pide, aunque, no obstante, previamente en Croacia sí hizo más goles.