El Espanyol se centra en hacer caja
El traspaso de Koleosho se añadirá a los de Joselu, Vilhena y Víctor Gómez, diez millones en total, sin un solo fichaje y con la opción de alguna otra salida traumática pero multimillonaria.
Empieza a asustar el adelgazamiento que está experimentando el Espanyol este verano, coincidiendo con el descenso a Segunda pero también con la necesidad de mantener una estructura que afiance el retorno a la elite en una sola temporada. Los movimientos de caja en el club perico muestran por ahora una tendencia innegable, que únicamente el frenesí del último tramo de mercado podría revertir. Mucho ingreso, escasa (o nula) inversión.
La próxima venta de Luca Koleosho al Burnley, recién ascendido a la Premier League inglesa de la mano del insigne exfutbolista Vincent Kompany, engrosa las arcas de un Espanyol que ya va por los diez millones recibidos en concepto de traspasos, desde que terminó la pasada Liga. Tres millones de euros percibirán en el Stage Front Stadium por el extremo, una cantidad bajísima para las cifras en las que se mueven los ‘clarets’ que sólo se explica porque Koleosho acababa contrato en 2024 y en unos meses se hubiera marchado gratis. Asimismo, se reservará el Espanyol un porcentaje sobre una hipotética venta futura.
Se suman esos tres millones a la misma cantidad que, según fuentes griegas, ha abonado el Panathinaikos por la compra de Tonny Vilhena, un jugador de paso fugaz por el Espanyol tras su fichaje en enero de 2022 y su cesión la pasada campaña a la Salernitana. Su operación cuenta, eso sí, con el asterisco de que el Espanyol invirtió 2,5 millones para quedárselo en propiedad cuando hace un año aún era jugador del Krasnodar ruso. Así que el beneficio es exiguo.
Dos millones, en cambio, fue lo percibido por la entidad blanquiazul hace unas pocas semanas, cuando el Sporting de Braga ejecutó su opción de compra sobre Víctor Gómez, criado en la cantera del Espanyol como ahora sucede con Koleosho y que nunca acabó de contar con una oportunidad regular para demostrar su valía, como sí le ha sucedido en Portugal.
Y a priori también serán dos los millones que acabe recaudando el Espanyol por la salida de Joselu Mato al Real Madrid, que se desglosa en 500.000 euros por su cesión durante la presente temporada (ficha del delantero aparte) y 1,5 millones por su traspaso el próximo junio de 2024, salvo que la experiencia en el club blanco haya resultado insatisfactoria y deba regresar a la disciplina perica.
En el otro lado de la balanza, sigue el Espanyol a finales de julio sin haber acometido ni un solo fichaje. Y eso que, además de los mencionados jugadores, también abandonaron el club otros cinco futbolistas cedidos y dos que terminaban contrato, entre ellos un Adrià Pedrosa que terminó marchándose gratis al Sevilla por fin de contrato, justo lo que ahora se ha evitado a toda costa con Koleosho.
Se teme el espanyolismo que a estos diez millones actuales en ingresos se puedan sumar de golpe unos cuantos más, en el caso de que tome forma alguna salida que cambiaría el rumbo no sólo del mercado estival sino del destino del equipo de Luis García, y que obligaría a actuar a Fran Garagarza, el nuevo director deportivo, sin margen de error. Ese golpe podría ser la salida de Sergi Darder, cuya cláusula de diez millones asciende a 15 el próximo 1 de agosto, aunque puede llevar otros nombres propios.