El Espanyol cierra su tercer ejercicio seguido con pérdidas
Ni la ventas de Raúl de Tomás, por 11 millones, y de Víctor Gómez, por 2, evitan un resultado de la 22-23 peor aún de lo que se presupuestó: ingresar 14,6 millones en traspasos y perder nueve.
Presentado al fin Fran Garagarza como director deportivo, y pendiente el espanyolismo del futuro de futbolistas tan trascendentales como Sergi Darder, quien se debate entre una continuidad que le elevaría a la categoría de leyenda o una salida que reportaría cuantiosos ingresos (su cláusula es de diez millones hasta el 31 de julio), alcanzó el club este viernes 30 de junio el cierre del ejercicio 2022-23. Y lo hace envuelto en pérdidas, que hasta cierto punto estaban presupuestadas y no revisten alarmismo, pero que se añaden a una tendencia preocupante. Si deportivamente la gestión ha conducido de nuevo a Segunda, económicamente el modelo del Espanyol no se sostiene. De ahí el giro de timón que auguraba el CEO perico, Mao Ye Wu, este viernes.
Impredecible como es el Espanyol, absolutamente nadie habría pronosticado hace un año que, habiendo materializado la venta de Raúl de Tomás, que tenía una cláusula de 70 millones de euros, estaría de nuevo en pérdidas. Como la gestión se llevó fatal y su salida al Rayo Vallecano se cerró ya fuera de los plazos del mercado de verano de 2022, el club perico se conformó con 11 millones (ocho fijos más tres variables) por quien había sido su jugador franquicia.
Al traspaso de RdT le siguió, hace sólo unas semanas, el de un Víctor Gómez que continuará en el Sporting de Braga, toda vez que hace meses decidieron los portugueses ejecutar los dos millones de su opción de compra para firmarlo por cinco años, tal como avanzó AS, si bien se percibirán a plazos. Y más sorprendente es la situación de Tonny Vilhena, por el que se daban por seguros 3,5 millones de la Salernitana sólo por la permanencia de la entidad italiana, y sin embargo no será así, ya que por ahora sigue perteneciendo a la plantilla del Espanyol.
Son por tanto alrededor de 13 millones los que ingresará el Espanyol en ventas, una cantidad importante que no evita que se haya cerrado en pérdidas el ejercicio. Y no por el descenso, sino según el propio presupuesto de la entidad, que contemplaba unas pérdidas de nueve millones dando ya por hecho que se ingresarían 14,16 en traspasos.
Y con lo que seguro no contaban esos presupuestos, presentados en Junta de Accionistas el pasado mes de diciembre, era con la inversión que se iba a acometer en el siguiente mercado de invierno, que consistió en ocho millones por César Montes a Monterrey, 2,8 por José Gragera al Sporting de Gijón y 2,2 al Almería por Fernando Pacheco. 13 millones en total que, eso sí, no se computan todos en el actual ejercicio (como las ventas) sino que se van amortizando durante los contratos largos de los jugadores.
Cabe recordar que el Espanyol ya presentó pérdidas en el pasado ejercicio, 2021-22, que se elevaban a 19,9 millones de euros, y que venían a sumarse a los 11,4 millones negativos de la temporada 2020-21. Dos que apunta a ser tres, a pesar de los ingresos del fondo CVC y de las sucesivas ampliaciones de capital comandadas por Chen Yansheng hasta 2020. Al propietario le quedan dos caminos: volver a invertir o vender mucho más.