El Espanyol capea el primer temporal
Después de las dudas de Albacete, el equipo de Luis García ha sumado cuatro puntos y Garagarza ha fichado a dos extremos. Los blanquiazules esperan mejorar al completar la plantilla.
Se quejaba Fran Garagarza, director deportivo, que todos los mensajes que se publicaban sobre el Espanyol eran negativos (”no vi ni un mensaje positivo en todo este tiempo. Nos irá mal seguro así...”). Y así fue después de un verano donde se encadenaban las malas noticias: ningún fichaje, empate en Albacete con un juego inferior al del rival y la marcha de símbolos como Sergi Darder. Pero en una semana se podría decir que la entidad blanquiazul ha capeado el primer temporal, tanto en el césped como en los despachos, simpre en alerta porque aún no se han cubierto todas las necesidades y se mantienen algunos incendios (Martin Braithwaite y César Montes).
Sobre el césped, el Espanyol ha sumado cuatro de los seis puntos en juego y ya se coloca en posiciones de playoff. Los blanquiazules empataron en un campo complicado como el Carlos Belmonte (1-1) y derrotaron pese al mal juego al Racing de Santander (2-0). Aunque la plantilla esté incompleta y en ninguno de los partidos ha sido notablemente superior al rival (en ambos perdió la posesión, la seña de identidad de Luis García) ha conseguido sacar los partidos gracias a su calidad individual y a virtudes como el balón parado (dos de los tres tantos). La lectura positiva es que un mal Espanyol ha sumado cuatro de seis puntos y ha demostrado tener jugadores capaces de decidir partidos como lo fueron Raúl de Tomás o Adrián Embarba en el anterior ascenso.
Y esa diferencia individual respalda también el trabajo de los despachos con la determinación de Pere Milla el sábado. El delantero anotó el primer tanto y dio la asistencia del segundo. Al margen de sus números, fue notoria su facilidad para tomar decisiones adecuadas en los últimos metros, como una asistencia inteligente a Jofre Carreras que detuvo el meta del equipo cántabro. Junto a Milla, se une Salvi Sánchez, anunciado el sábado y quien llega a reforzar el extremo derecho, otras de las posiciones que reclamó Luis García. Y esta semana la prioridad será el mediocentro, donde el mejor posicionado es Roque Mesa, que está sin equipo (34 años).
Tanto el césped como los despachos están conectados por la relación entre Luis García y Fran Garagarza, tensa desde hace semanas como no solo se ejemplifició en el incidente en los vestuarios de Albacete, reconocido por ambos pero sin mayores consecuencias, sino en los mensajes que se han ido intercambiado en la sala de prensa y en su percepción sobre cómo defender funcionar el mercado. Una tregua firmada de puertas afuera (”seguro que nos unen más cosas de las que nos separan”, reconoció Luis García) pero no definitiva. De momento, el primer temporal se escampa. Los fichajes y seguir sumando ante el Mirandés mantendrían la calma en un Espanyol que solo tiene un destino: volver a Primera.