El Espanyol busca la redención en Ipurua
Una victoria ante el Eibar situaría al equipo segundo, acabaría con la mala racha fuera y zanjaría el debate sobre el banquillo.
El Espanyol tiene este sábado una oportunidad de oro en Ipurúa. Una oportunidad de dejar atrás las dudas en el banquillo, de acabar con la mala racha fuera de casa y, sobre todo, de volverse a colocar en puestos de ascenso directo. Un trío de objetivos valiosísimos, que pueden por fin dejar al equipo en una situación privilegiada en la tabla y con una sensación de confianza y tranquilidad que prácticamente no se ha respirado en toda la temporada. Una oportunidad que, sin embargo, no será sencilla de conseguir: ganar al Eibar en su campo es un objetivo más que complicado. Solo han perdido un partido como local y fue en septiembre.
La primera consecuencia, al final la más importante, es que ganar en Ipurúa supondría tres puntos que situarían al equipo en segunda posición. Es decir, en posiciones de ascenso directo a Primera. Una posición que el Espanyol no ocupa desde la jornada 12, el pasado 20 de octubre. Cuatro meses que el equipo se ha pasado en posiciones de playoff, que no son el objetivo del equipo. El objetivo ha sido, es y sigue siendo el ascenso directo y una victoria en Ipurua les alzaría hasta ahí. En función del resultado del Leganés (que juega en el campo del Racing) podría acercarse además a la primera posición.
La segunda consecuencia de una hipotética victoria ante el Eibar sería cortar por fin la mala racha fuera de casa. El Espanyol ha sumado lejos de Cornellà tan solo 13 puntos, con solo tres victorias, ninguna con Ramis en el banquillo. El de Tarragona ha cosechado muy buenos resultados de local, pero el equipo ha sido un desastre fuera. Tanto en juego como en resultados. Un lastre para el equipo, también en lo mental, al que intentarán poner fin este sábado. Las buenas sensaciones ante el Mirandés, y el cambio de sistema, son el mejor preludio posible.
Finalmente ganar al Eibar zanjaría el debate en torno al banquillo. Ramis ha sido ampliamente cuestionado por la masa social espanyolista y su cargo ha peligrado en más de una ocasión de forma notoria. Tras la derrota en Elda, sin ir más lejos, pudo ser destituido. La victoria del pasado fin de semana calmó las aguas, fue al fin y al cabo la primera victoria solvente del equipo en mucho tiempo, pero encadenar seis puntos acabaría con el debate. La apuesta de Garagarza por el de Tarragona quedaría muy reforzada y blindada, prácticamente, hasta final de temporada.