El Deportivo busca pasillo de seguridad en enero
La dirección deportiva trata de reforzar el equipo con un mediocentro y un delantero, sin descartar la posibilidad de un central y un extremo.
De toda la sabiduría aportada por Luis Aragonés al fútbol español, una de sus expresiones más recordadas es siempre la de los pasillos de seguridad. Esa línea imaginaria que puede trazarse de área a área y que deposita gran responsabilidad sobre el portero, el líder de la defensa, el mediocentro y el delantero. Después de la primera vuelta, bien sea por bajo rendimiento o por falta de piezas, no puede decirse que el del Deportivo dé la mayor de las garantías, por lo que la dirección deportiva tendrá que arreglar esta cuestión en el mercado de enero.
No hay dudas en la portería. Helton no es un portero perfecto, eso está asumido. Tanto como que el brasileño ha elevado el que ya había sido buen nivel de la portería ofrecido por Germán en el tramo final de Primera Federación. Todo lo demás necesita reformas.
La prioridad está en el centro del campo. La apuesta por Charlie Patiño no ha funcionado, tampoco la idea de reconvertir a Hugo Rama. Y la combinación de Mfulu, José Ángel y Villares se ha quedado corta a la hora de generar fútbol. La solución de urgencia hasta el momento ha sido Mario Soriano, que aporta claridad en la base a costa de perderlo en los últimos metros. Eso sumado a que está lejos de dominar todos los conceptos que exige la posición. Encontrar un centrocampista que combine lo que aportan los tres primeros sin balón y la claridad del madrileño en la organización es la tarea principal de Fernando Soriano.
Pero no la única. Porque más allá de las explosiones puntuales en las que el Deportivo goleó a sus rivales, la falta de acierto en los últimos metros ha lastrado al equipo. Barbero no se ahorra una gota de esfuerzo, pero el salto de categoría se le está haciendo grande. Y Bouldini, uno de los fichajes de renombre el pasado verano, no ha encontrado su sitio en el equipo. Tampoco Christian Herrera o Davo aparecen como alternativas fiables, por lo que la dirección deportiva tendrá que buscar en el mercado, sin alejarse de ese perfil de nueve de referencia, el gol y el trabajo que complemente a Yeremay, Lucas Pérez y Mella.
Justos en defensa y pendientes de los extremos
A pesar de las dificultades que siempre arroja el mercado de enero, incluida la situación contractual de varios miembros de la propia plantilla, la lista de la compra blanquiazul no debería quedar ahí. El centro de la defensa también ha dejado dudas durante la primera vuelta. Quizá menos en cuanto a rendimiento, con la irrupción de Barcia y la recuperación para la causa de Pablo Martínez, noticias positivas que contrastan con la situación física. Jaime ha sufrido molestias después de las pocas veces que ha tenido que intervenir y Barcia volverá en enero tras cerca de dos meses después de que forzara y se rompiera en Almería. Ante el Mirandés, Vázquez y Martínez tuvieron que salir de inicio tres días después de haber pedido el cambio ante el Castellón.
Si consigue apuntalar esa columna vertebral, la guinda para Fernando Soriano sería encontrar por fin un extremo que permita dar relevo a Mella y Yeremay. Lo intentó el año pasado con Quintero y en verano con Gauto. Ninguno de los dos ha llegado a ser considerado siquiera una opción real para Idiakez ni ahora para Gilsanz. Obviamente, la llegada de un jugador de banda traería aparejada alguna salida como la del propio argentino o un Davo que tiene contrato hasta 2026, pero que no alcanza los 90 minutos de juego hasta el momento.
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