El Depor sigue esperando a Yeremay

El Deportivo, pese a estar en puesto de playoff, atraviesa su momento más delicado de la temporada al encadenar cuatro partidos sin ganar sumando sólo dos de los últimos 12 puntos en juego. En estas diez primeras jornadas, los de Hidalgo han hecho muchas cosas bien y otra no tanto, pero en las buenas y en las malas el papel de Yeremay está muy lejos de lo que se esperaba de él. El canario estaba llamado a liderar este nuevo y ambicioso proyecto, pero por diversos motivos no termina de ser el jugador que maravilló la pasada campaña y que le han convertido en el futbolista más valorado de Segunda.

La agitación Yeremay comenzó en el verano con la apuesta del ‘10’ por seguir en A Coruña al decidir renovar ante una oferta de 35 millones de euros del Sporting de Portugal al Depor por su fichaje. Además de la mareante propuesta, la llegada de Hidalgo al banquillo implicó, como no podía ser de otra manera, algunos cambios. Uno de ellos fue el puesto del canario, pasando a ocupar una posición más avanzada y centrada en el ataque que la demarcación en la banda izquierda que le hizo explotar la pasada campaña. 15 goles y 5 asistencias fueron sus números, pero por encima de ellos estuvieron los intangibles. La sensación de dominio del juego, de ser imparable para los rivales. Algo que acompañó de caños, rabonas, regates imposibles, lambrettas, potencia en las cabalgadas…

Toda esa magia que desplegaba Yeremay se ha ido diluyendo esta temporada o, cuando menos, apareciendo con cuentagotas, como su golazo al Almería. El debate sobre la posición está sobre la mesa desde la primera jornada de Liga y, en lugar de desaparecer, sigue creciendo. Hace sólo dos semanas el jugador volvía a comentar este tema: “El míster me pide que juegue en la posición de segundo delantero. La temporada pasada y las anteriores he partido de banda, que es mi posición más natural. Al final, yo hago lo que me pide el míster y estoy con él. Si logro adaptarme a esta posición, voy a ser muy determinante”, aseguró el ‘10′.

La mitad de regates

Pasadas diez jornadas esa adaptación al nuevo puesto no termina de dar los frutos deseados y los números ratifican las sensaciones. Aunque Yeremay lleva los mismos goles que el año pasado a estas alturas, tres, dos de ellos fueron de penalti y el primero en juego no llegó hasta la octava jornada (Almería). El canario todavía no ha dado una asistencia de gol esta campaña, cuando el año pasado ya llevaba dos. Su influencia en el juego ofensivo la temporada 2024-2025 era total, participando con gol o asistencia en cinco de los nueve tantos que llevaba el Depor en diez jornadas. Ahora, el equipo tiene muchísima más pegada, ya que lleva 18 goles, pero él sólo ha sido protagonista directo en tres.

Quizá el dato que más pone relieve el ‘nuevo’ Yeremay es en el apartado de regates, una habilidad que le convirtió en el mejor de todo el fútbol profesional. Si el año pasado había realizado 57 driblings con éxito, éste su marca se queda en menos de la mitad (27). Si antes era el líder indiscutible en esta suerte, ahora es tercero superado por Larrubia y Duk. Y todo jugando más minutos (805 frente a 881). Sí presenta números superiores en cuanto a disparos a puerta (21 por 26, con 10 a puerta frente a 12), pero con una bajada de efectividad del 30% al 25%, según los datos facilitados por BeSoccer Pro.

El otro aspecto en el que hay una ligera mejoría es el número de pases clave, cinco contra seis, pero de nuevo hay que tener en cuenta la mayor pegada que tiene el equipo ahora y que ha jugado 80 minutos más. Las estadísticas también revelan una menor aportación significativa en el juego defensivo, pasando de 26 recuperaciones en campo contrario a tan sólo 10. Otro dato, relacionado esta vez con la concentración, indica que el año pasado sólo había caído una vez en fuera de juego y éste, ya lleva seis. Es evidente que el Depor necesita a su ‘10’, cuya antigua versión podría haber decantado duelos inciertos como el de El Sardinero del pasado domingo. Las luces rojas sobre el rendimiento del canario están encendidas e Hidalgo, y el propio jugador, deben dar un paso adelante para recuperar al mejor Yeremay.

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