El Cádiz sigue en bucle

La pretemporada del Cádiz está dejando cosas positivas a la vez que varias conclusiones claras. La derrota ante el Ceuta, tras las buenas sensaciones que dejó el conjunto cadista ante el Al-Sadd, sacan a relucir carencias que deben paliarse. Sobre todo, porque estas siguen siendo un refrito de la pasada temporada. A pesar de que el once tipo de los gaditanos es más que competitivo para arrancar ante el Mirandés el próximo 17 de agosto, la seguridad del mismo se ve dificultada a la hora de poner recambios en el verde.

En el encuentro en El Palmar, los de Garitano cayeron derrotados 0-3 ante un Ceuta que casi no dejó opción a los gaditanos. Con un once muy diferente al que sacó el vasco en Estepona hace unos días, era una tarde importante para varios futbolistas. Uno de ellos, era Isaac Obeng, quien sigue jugándose el puesto en el primer equipo. Sin embargo, podría salir cedido como estaba previsto tras recalar en la entidad este verano. Por otro lado, David García, otro de esos jugadores que tienen entre ceja y ceja convencer a Garitano, no tuvo una mala tarde y no desentonó a pesar del mal encuentro colectivo del Cádiz.

Sin embargo, una de las carencias que luce la plantilla es a nivel defensivo. En el once titular, partía Fali junto a Iker Recio. Ambos, no cuajaron un tándem positivo y ninguno estuvo fino. Por ende, ante la falta de Kovacevic y Chust, quienes sí han dejado mejores actuaciones durante el periodo estival, la preocupación aumenta ante la fragilidad que muestra un veterano Fali y un Iker Recio que aún debe seguir creciendo como futbolista.

El ataque sin Ontiveros

Otra de las preocupaciones es el ataque. Ante la ausencia de Suso y un enfermo Ontiveros, quien estuvo ausente por un periodo febril, la falta ideas a nivel ofensivo es otro de los puntos preocupantes del Cádiz. Siendo Brian Ocampo el que intentaba guiar la ofensiva amarilla, siempre acababa en intentos que no fructificaban del todo. Por ende, cuando Ontiveros no está, el arsenal en ataque parece casi inoperante y es uno de los puntos que debe mejorar el conjunto de Gaizka. A pesar de ello, con Ontiveros y un recuperado Suso, todo puede y debe cambiar.

En definitiva, el conjunto gaditano necesita seguir haciendo los deberes. Primero, dar salida a todos los descartes para poder seguir reforzando al equipo y no tener problemas con las inscripciones. En segundo lugar, proporcionar a Garitano recambios que aporten en el momento que una de las piezas claves del once titular se caiga por cualquier motivo. Quedando poco para el inicio de Segunda División, el Cádiz puede tener claro un once —cogido con pinzas ante la falta de ritmo competitivo de futbolistas clave— para medirse al Mirandés. Sin embargo, el fondo de armario debe garantizar ser competitivo en el día que futbolistas como Kovacevic, Suso o el ya mencionado Ontiveros, no puedan ser de la partida.

Con este mejunje, es clave que los errores del pasado se puedan solucionar de una vez por todas para que el proyecto no se vea condicionado por los problemas que ha ido arrastrando la entidad cadista a nivel deportivo desde el descenso a Segunda hace dos temporadas.

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