El Andorra busca alternativas para construir su estadio
El club ha renunciado a la primera opción por los sobrecostes. La concesión del Estadi Nacional se acaba la temporada que viene
Uno de los problemas derivados del ascenso meteórico del Andorra es acomodar las instalaciones a la realidad deportiva del club. Con tantos ascensos tan rápidos es difícil que estadio, campos de entrenamiento, oficinas y un largo etcétera se adecúen a la nueva realidad del equipo. Y en eso está el club propiedad de Gerard Piqué: en buscar unos terrenos adecuados para construir un estadio propio.
La primera propuesta fue descartada la semana pasada por un tema meramente económico. Debido a diversos factores (Encarecimiento de materias primas, auge del mercado inmobiliario andorrano…) se ha descartado al ubicación en Prada de Moles. Un proyecto que debía acercarse a los 20 millones de euros (el club ponía la mitad) y que finalmente se presupuestó en 37. Inasumible para el club, que renunció públicamente al proyecto. Pese a ello, se sigue trabajando en la planificación del nuevo estadio.
Ayer por la tarde se realizó una reunión entre los máximo dirigentes del club y el gobierno andorrano. No se llegó a ningún acuerdo importante ni se establecieron las bases del nuevo estadio, pero sí se llegaron a algunos compromisos. El primero, y claro, es la firme voluntad de todas las partes de llegar a una solución. El Andorra quiere seguir jugando en el país y el gobierno quiere que esto suceda. El segundo, que siguen buscando nuevos emplazamientos para el estadio. Una tarea que no es sencilla por los precios del suelo en Andorra y por la orografía del país. No hay tantos lugares suficientemente planos para construir un estadio de fútbol profesional. Finalmente, ambas partes tratarán de llegar a una solución “lo antes posible”.
El problema viene de que el club está jugando en el Estadi Nacional con una concesión que se acaba la próxima temporada. Es decir, sobre el papel, deberían jugar ya en su propio estadio a partir de la 24-25. Algo que difícilmente ocurrirá, por no decir que es imposible. El estadio propio es una necesidad para un equipo que ya está en el fútbol profesional y un hipotético ascenso a Primera, evidentemente aún muy lejano, no haría sino aumentar esa necesidad.