“El Albacete va a salir a matar, y si no salimos igual, vamos a sufrir”
Sebastián Beccacece avisa de lo peligroso que puede ser creerse algo tras encadenar cinco partidos oficiales sin perder; no llora las bajas que tiene en ataque.
Partido con mucha presencia de afición del Elche: “Esta es una categoría en la que cada partido se disputa como si fuera el último, y el desplazamiento de nuestra gente es un condimento muy lindo que estimula. Las emociones que sienten los aficionados lo hacen más atractivo. Luego están las realidades: nos medimos a un equipo vertical y directo, con un gran entrenador. En esos tiempos de urgencias, uno siempre está dispuesto a dar lo mejor. El Albacete viene de no hacer un buen partido y van a salir a matar, y si no salimos a matar, vamos a sufrir. Hay muchos obstáculos y adversidades, y debemos estar preparados física, evolutiva y mentalmente para traer la victoria. Pensar en las dinámicas es un grave error. Esto es parte de la conducción: preparar a un equipo para competir. Sabemos los goles que han hecho, cómo juegan y que han cambiado el 20% de su plantilla, pero conocen lo que es competir en Segunda, y eso no se olvida. También vamos con nuestras bajas, que nos van fortaleciendo para dar un plus”.
Bajas importantes en ataque: “Son los que estamos. Esa es nuestra plantilla: la queremos, la reforzamos y la valoramos. No estarán Borja (Garcés), Sergio (León) y Fidel, y debemos trabajar con los que están. Me enfoco en ellos, que son los mejores. Sí me niego a que nos posicionen en un lugar de privilegio que no nos corresponde, pero competimos con lo que hay, sin excusas; eso lo fomentamos desde dentro. Cada partido es el único y el último, y con esa mentalidad nos sentimos más cómodos en la competitividad. Los golpes que nos deja la competencia nos deben seguir mejorando. Debemos ser más sólidos y crear más ocasiones. El equipo encuentra una forma saliendo de la crisis a través de la unión, el trabajo y la disciplina. Así podemos superar las adversidades. Si perdemos el foco, la humildad y los niveles de atención máxima en cada balón detenido, cometeríamos un grave error. No todo se puede controlar en el fútbol, sí trabajar en la preparación; lejos de la relajación, estamos cada vez más en un clima de tensión equilibrada para estar preparados para lo mucho que nos van a exigir. Sé el efecto que va a provocar las palabras de su entrenador (tras ser eliminados en la Copa del Rey) en sus futbolistas”.
Importancia de la segunda línea de ataque: “Nico Castro, Óscar Plano, Raúl Guti, Nico Fernández, Rodrigo Mendoza, más los centrales como Pedro Bigas, son jugadores que pisan el área. No es importante porque no haya delanteros, sino por la sorpresa del que no se espera. Tratamos de que el equipo pueda descansar en el juego colectivo sin provocar desequilibrio defensivo. Cuando llega la segunda línea, desprotege otros espacios. Hay que tener un nivel de equilibrio y concreción, porque ante rivales que roban y encuentran verticalidad, te ponen a correr. Eso genera mucho estrés en el partido. El margen de error se debe acotar al máximo porque esto es un juego. Vamos a seguir evolucionando un poco más. Queremos que todo sea perfecto, pero esto es un juego”.
Problemas musculares en forma de lesiones: “Somos exigentes. No nos excusamos en la carga ni en el calendario. Si no hay lesiones es porque no estás trabajando. El futbolista está expuesto. Ojalá solo sean problemas musculares. Las lesiones van a ocurrir. Sergio y Borja son los que menos han estado con nosotros durante la pretemporada. No sé si es por eso. A veces ocurre, no se puede controlar y son acciones del juego. Tener tres lesionados en 24 futbolistas en la plantilla no es grave. José Salinas está recuperado y veremos si viaja. No es un número importante para alarmarse”.
Sumar la tercera victoria seguida en la Liga: “Es el momento para el que más me he preparado. Uno no puede bajar la guardia. Uno tiene que tener esos niveles de ambición para seguir creciendo. Hay partidos en los que, perdiendo, jugamos mejor. Eso nadie lo dice, pero yo sí. Merecimos ganar ante Andorra, Huesca, Tenerife... pero en otros merecimos más, a pesar de perder. Podemos y debemos hacerlo mejor que en los últimos partidos”.
Duelo ante el Albacete: “La clave va a estar en la intensidad porque somos dos equipos muy intensos. Hay que saber gestionar eso y el coste de la toma de decisiones. Necesitamos la pelota. Tocar mucho implica un riesgo. Si tenemos esa lucidez en la toma de decisiones y un error lo salvamos con una acción inmediata de correr hacia atrás. La construcción del proceso tiene gente que debe acostumbrarse a la toma de decisiones. Hay que tener calma y serenidad en la victoria. A lo mejor alguno se deja llevar por las victorias seguidas, pero seguimos en plena construcción y debemos seguir en ese camino de convicción, determinación, entrega... Este sigue siendo un equipo que debe reponerse de los goles. Nosotros aspiramos a estar en esas posiciones de privilegio y aún queda mucho camino por recorrer”.
Cansancio tras jugar la Copa del Rey: “Hicieron dos días de recuperación. Ojalá en lo que queda hasta el partido recuperen la frescura que trae la dinámica de la victoria. La incomodidad después del partido está, pero cuando concretas esa incomodidad con resultados disminuye. El hecho de ganar la minimiza por la voluntad, las ganas y el deseo de competir en un escenario difícil. Somos profesionales y mucha afición del Elche va a ir. Competimos con tres juveniles y muchos chicos que no jugaron los 90 minutos en mucho tiempo. Cada partido se juega al máximo de las posibilidades, no podemos guardarnos nada porque no nos sobra nada, hay que competir al límite. Esos límites, a veces, los ponemos nosotros porque son intangibles. Diego (González) y Álex Martín están bien”.
Improvisar en ataque por las bajas: “Llegamos en marzo y siempre hemos mostrado eso. Ya nos fuimos adaptando y hay que mirar el tiempo y el espacio, y hay que meterle actitud. Tiene que ver con lo que representa. El que toma decisiones acertadas es el que más opciones tiene. Vamos rompiendo los paradigmas instalados. Alguien va a tener que jugar ahí, en la delantera. Me genera orgullo la predisposición de los jugadores a seguir y que se animen a lo desconocido. Así lo hicimos con todo. Lo van a hacer los que saben. Hay que seguir por ahí y con la capacidad de resolver la problemática”.
Continuidad de Javier: “Debutó en liga y tuvo más minutos en la Copa. Y lo hizo bien. Las posiciones son anecdóticas, yo no sé cuáles son las de cada uno. Es como cuando te hablan mal de una persona para condicionarte. Yo me guío por lo que veo. Cuando puse a cada uno donde me dijeron, en su posición natural, fue el peor partido. Nos dieron un baño bárbaro. Yo solo quiero que el jugador funcione y el equipo debe estar abierto a ello”.
Buena racha: “Es tan importante como el que jugamos ahora, porque esto se acrecienta o disminuye para el ambiente. De un día para otro pasas de ser un dios a un demonio. Es solo parte del proceso, no vamos a cambiar eso. Vamos partido a partido y cada uno es como el último. El sistema es así y yo no lo voy a cambiar. Sé lo que quiero y no me cambia un resultado. Me gusta que un jugador se anime a lo desconocido. El equipo debe dar su mejor nivel y hemos ganado, pero debemos ser consecuentes porque no hemos conseguido aún nada. Con la victoria hay tendencia a confundirse y a relajarse, y cuando uno no está a tope, no da al máximo. A la victoria la miro de costado porque puede ser contraproducente si uno sabe gestionarla”.
Opción de Rodri Mendoza para el ataque: “Ya le sumamos al plantel profesional, se cambia en el vestuario y es uno más del grupo. Al marcar en Copa puede ser más visible, pero para nosotros es igual. Desde que está en el vestuario, es uno más como Carreira o Guti; es una pieza importante. Queda demostrado lo valioso y la fortaleza de los que no juegan de forma regular. Había que estar muy preparado porque fuimos a un campo muy hostil, por eso regresamos contentos. El futbolista necesita sentirse así”.
Formación de los canteranos: “El proceso es muy valioso porque siempre todo lo que se transmite con el trato y la humildad ya lo vimos en la pretemporada y eso nos ayudó a soportar la crisis. Ese vínculo ayuda a ese espacio de compartir con ellos, en el que también estaba Mario (Guilabert), que no fue convocado por una molestia. Hubo seis semanas de preparación en verano y una de concentración, y cuando se reencuentran se recupera esa buena sensación. Eso es tan importante como entender el juego”.
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