Eder Sarabia no era inmortal
Deja al Andorra colista y en el peor momento desde su ascenso al fútbol profesional. Fue el undécimo entrenador cesado este curso en Segunda.
A Eder Sarabia le ha tocado salir por la puerta de atrás del Andorra. Una puerta que el técnico nunca habría querido traspasar, pero al que los malos resultados se le han ido amontonando de tal manera que le han empujado al destierro. El pasado lunes, el Consejo de Administración del Andorra se citó para analizar la difícil situación del primer equipo y, al final, se optó por destituir a Eder Sarabia, que tenía contrato hasta 2025. La decisión no fue sencilla y más cuando hubo (y hay) personas, algunas con mucho peso en la dirección deportiva, que apostaron por la continuidad del proyecto. Pero las opiniones que querían un cambio fueron más contundentes y las que se siguieron.
No se puede dudar que Eder Sarabia es historia del Andorra de Piqué porque la llegada del técnico supuso un punto de inflexión en el club. Aterrizó en enero de 2021 y desde entonces se escribieron las páginas más doradas. Un ascenso al fútbol profesional y una séptima posición la temporada pasada en Segunda son los mayores logros de una entidad que este año se está viendo obligada a luchar por la salvación. Y ya se verá si llega a tiempo de alcanzarla porque Eder Sarabia dejó al equipo colista. Nunca antes había pisado la última posición de la categoría de plata del fútbol español y el nuevo técnico (el favorito es Ferran Costa, del Badalona Futur) tendrá la difícil papeleta de levantar al vestuario y devolverle el gen competitivo y ganador.
Porque si de algo ha sufrido el bloque tricolor desde que arrancó 2024 ha sido de que se está erigiendo en un equipo perdedor. Y los números así lo constatan dado que desde que arrancó el año solo ha sido capaz de sumar un triunfo, contra el Valladolid. El resto del balance ha sido de siete derrotas y tres empates. Unos números muy pobres que hicieron insostenible la situación de Eder Sarabia al frente del primer equipo. El técnico, eso sí, siempre se mantuvo con fuerza y esperanza. El Andorra le dio la oportunidad de ser primer técnico en un equipo profesional y quería correspoder. Por momentos, Eder Sarabia se sintió intocable. Con su idea de juego muy marcada hizo que el Andorra fuese admirado en Segunda, pero sin gol no hay victorias y sin victorias no se puede sobrevivir. Este curso, el bloque tricolor vuelve a ser el que más posesión tiene de la categoría, aunque también es, junto al Alcorcón, el que menos pegada tiene. El sustituto de Eder Sarabia lo tendrá complicado porque recogerá a una plantilla con un estilo muy marcado y solo restan diez jornadas de Liga por disputarse. El tiempo se agota.
Para Sarabia, dimitir nunca fue una opción porque “siempre he sido muy optimista, valiente. La pasión que tengo por este deporte, el respeto y la responsabilidad que tengo por este equipo y club que me ha dado tantas cosas y me ha hecho tan feliz hacen que me vaya a dejar hasta el último gramo de lo que tengo”. Estas palabras, tras caer ante el Cartagena, situaron la pelota sobre el tejado de la directiva. Y esta la bajó a las despachos y decidió su adiós convirtiendo a Eder Sarabia en el undécimo entrenador cesado este curso en Segunda. Siguió los pasos de Álvaro Cervera (Oviedo), Víctor Sánchez del Amo (Cartagena), ‘Cuco’ Ziganda (Huesca), Luis García y Luis Miguel Ramis (Espanyol), Fran Escribá y Julio Velázquez (Zaragoza), Fran Fernández (Alcorcón), Haritz Mújika (Amorebieta) y Javi Calleja (Levante). Aunque no fue el último porque tras el Albacete-Racing de Ferrol, Rubén Albés fue destituido como técnico del bloque manchego.
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